22 abril 2011

Quieren municipalizar la Máspero


Trascendió, a través de algunos medios, que la Sala Máspero había sido copada por miembros de La Cámpora, a través del padre del Secretario de Justicia nacional, Julián Álvarez, de nombre Luis, quien fuera tesorero o asesor de la institución. La idea generalizada era que el supuesto copamiento, destituyó a la comisión presidida por Dante Cupersito y se había hecho cargo de la sala histórica. Como este es un tema del cual nos venimos ocupando desde hace muchos años, preocupados por el bienestar del personal que, en definitiva, era el más perjudicado, ya que no cobraban sus sueldos magros, sino a cuentagotas y cuando ingresaba algo de dinero de los pocos socios, nos acercamos a la institución después de haber asistido a la reunión entre Cupersito y el senador radical Nino, que planeaba gestionar el antiguo subsidio provincial que recibiera la sala en la época de Quindimil y que se dejó de percibir al reemplazar al escribano y generar una nueva comisión. El tema es que, parte del personal con el que pudimos conversar, nos dejó en claro que Luis Álvarez es considerado como un hombre que siempre actuó en consonancia con los trabajadores y, en realidad, quienes tomaron el control de la institución, fueron los propios trabajadores, “No se de donde nació esa versión que habla del copamiento a manos de La Cámpora”. Ellos vinieron a apoyarnos porque los miembros de la comisión no se querían ir” La misma trabajadora nos explicaba que la medida se tomó porque, “La comisión que se autoconvocó estaba llena de irregularidades, siendo la más grave que ninguno de los miembros eras asociados, lo que vulnera las normas legales vigentes”. Actualmente, se celebrará una reunión directiva para designar una nueva comisión, pero lo curioso es que hubo un acercamiento con la municipalidad y la idea es que el personal sea municipalizado y pase a formar parte de la nómina municipal. Lo destacable y sospechoso es el artículo cinco de la resolución que indica que tanto el inmueble como la aparatología existente, pase a poder del municipio, desoyendo la cesión de su fundador Luis A. Máspero, que donó la institución para que sea usada sin fines de lucro por la gente que dirigía la institución. Quedan situaciones extrañas en medio, Cupersito, ante la presión política, decidió renunciar a nombre de toda la comisión  y en el despacho del intendente. Esto solo, marca una irregularidad notable, Cupersito no puede renunciar por todos y, mucho menos en el despacho del intendente que, por esa cuestión, recibirá una carta documento por su intromisión en temas particulares de una institución privada. De esto se vuelve a destacar la ineficiencia de su cuerpo legal que, de la mano de Crespo Armengol, lo siguen metiendo en problemas, fácilmente solucionables, si el profesional fuese idóneo y no un improvisado que manda expedientes escritos a mano al HCD para su tratamiento. Algún mérito tendrá para que Darío lo siga sosteniendo, ¿Será prolijo con los números? El personal dice que se pondrá en estudio la propuesta, descartan ese artículo y estudian la posibilidad de municipalizarse para normalizar sus ingresos de una vez por todas. Cupersito, por su parte, se llamó a silencio, visiblemente preocupado por su integridad. La Cámpora, para subrayar su presencia en el distrito, abrió un local y maltrató al intendente, dando muestras de autosuficiencia política. Como se ve, nada es normal en esta sala fundada en 1919 donde figuran casi mil socios de los cuales solo paga el 60 por ciento, demostrando la incapacidad de las comisiones para generar un incremento en la masa societaria y el desarrollo de la institución sino a través de recuperar el subsidio perdido. La muestra más rotunda es alquilar las instalaciones para que funcione un geriátrico que paga un alquiler de 7.000 pesos y recauda 3.000 por cada abuelo que, en un número de 30, ocupan el lugar, generando un ingreso de 60.000 pesos, cuando lo lógico sería que ellos mismos lo regentearan ya que cuentan con el personal adecuado y los médicos disponibles. Nada es claro, mucho menos su futuro. (foto de archivo)