El municipio de Lanús informa que, “Con motivo del 161 aniversario del fallecimiento del General José de San Martín y tal como sucede periódicamente, el Municipio de Lanús organizó una nueva edición de las clásicas Fiestas Populares”, es decir, el día en que se conmemora la muerte del padre de la patria, es igual a cualquier celebración. Esto queda demostrado con la organización de una feria donde se venden sin supervisión, bebidas alcohólicas y comida sin el control bromatológico correspondiente. Destacamos esto porque, por razones curiosas, el gobierno decidió, inconsultamente, como suele hacer casi todo, impedir los desfiles militares por las connotaciones con la última dictadura. Una estupidez total. Con ese criterio habría que suplantar a la actual policía porque también tuvo activa participación en la represión, sin olvidar a la “Maldita Policía”. La incoherencia nos priva de homenajear a miles de soldados que arriesgaron su vida y representan a los próceres de Mayo. Reemplazar esta conmemoración por carritos que venden tacos, tequila, cócteles indescifrables, carne que se corta y se sirve con la mano y se adereza con quien sabe que sustancias, no parece el cambio lógico y patriota, sobre todo en las principales fechas patrias donde se pone de manifiesto el fervor de la ciudadanía. Convocar a un grupo jujeño, tenía más que ver con Belgrano y la gesta del éxodo jujeño, pero ya sería hilar muy fino. Mejor miremos para otro lado, ignoremos los desaciertos y comámonos una paella o una cerveza irlandesa y que aquella “Argentinidad al Palo”, se cante en inglés. “Se igual”, y ¡Viva la Patria!, donde sea que haya quedado sumergida.
