Jorge Montero es el rector de la Escuela Media Nº 17, la histórica “Medio Caño”, que debió ceder su espacio para la construcción de la calle 29 de Setiembre que no servirá para nada, pero es una obra que suma para el electorado. Como sea, esta escuela premiada por su alto nivel académico, compitiendo contra instituciones como el Nacional Bs As o el Otto Krause, consiguió que le alquilaran el predio del laboratorio del Roca que explotaba la gente de Depetri para realizar reuniones partidarias sin haber reparado el edificio en todo el tiempo en que le fue cedido. Montero, a su vez presidente del bloque de concejales del FJpV, se puso la institución al hombro y consiguió el apoyo del intendente y de las cooperativas, para refaccionar el deterioro en que se encontraba el predio del ferrocarril. La primera experiencia fue algo nefasta, “Me mandaron la cooperativa de Camiña, la misma que estaba a cargo del edificio. El 21 de Diciembre los llamó porque no habían asistido a trabajar y me contestaron que, dada la cercanía de las fiestas, decidieron quedarse en casa hasta que pasaran los festejos. Un 3 de Enero, me llaman para saber que hacer, obviamente les contesté que no vinieran más. Así, conseguí que se acercaran los miembros de la cooperativa 27, y a estos muchachos y chicas, les tengo que pedir que paren, porque no saben lo que es el descanso. Pintaron, arreglaron paredes y techo, levantaron tabiques de durloc para armar 7 aulas, y limpiaron el predio. Hoy, como es sábado, los invité a almorzar y vamos a preparar dos dorados a la parrilla, cornalitos y calamaretis, espero que te quedes a comer”, preguntó una sola vez, no hizo falta repetir la invitación. Jorge es un amigo al que no puedo negarle nada, jaja.
No estamos solos
En el edificio coexisten una radio comunitaria, un taller de recuperación de adictos, “Haz de Luz”, el operador Terapéutico y responsable del espacio, Daniel Navarro, muy gentilmente nos explicó que se tratan allí, 30 familias a cargo de 8 profesores, desde el 2006 y desarrollan un programa de prevención de adicciones. En el predio lindero del Club San Martín, los muchachos en tratamiento, limpiaban y desmalezaban el predio. Montero nos explicaba que están en convesaciones para realizar un trabajo en común con el taller. Las fotos dan muestra de la cordialidad que reina y la habilidad del cocinero, habilidad compartida con Montero que se encargó de las frituras, se encuentra junto a los trabajadores, el profesor y amigo personal de Montero, Víctor Alessio. Pequeñas alegrías de la vida cotidiana.
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