El
tema de la seguridad, da mucha tela para cortar. Mensajes que se difunden, pero
que luego, ante la inevitabilidad de la trascendencia, se trata de cortar u
omitir, se trata de hacer como que nunca se dijo lo que se dijo y que la
audiencia no escuchó lo que, efectivamente, escuchó. En esa línea, y a raíz de
una situación en la que, una persona del municipio de Lanús, se acercó al edil
de la Juan Domingo, el ex comisario Salvador Baratta para comunicarle que,
desde el oficialismo estaban orquestando la presentación de una denuncia por
enriquecimiento ilícito, el edil, se presentó ante la justicia para denunciar
la situación y pidió un habeas corpus. Posteriormente, y, según su propio
testimonio, escuchó en una charla radial, al intendente con la gente de un
medio sureño, donde se señalaba, entre otras cosas, que “Altas fuentes
municipales, habían anunciado la denuncia por enriquecimiento ilícito contra
Baratta. La nota que se reprodujo en el medio gráfico, curiosamente, omitió el
comentario y, la charla radial no fue difundida como suele hacerlo este medio.
Sin embargo, uno de los periodistas fue por más y trató de entrevistar al ex
comisario, aclarando que, “Es el único edil en el HCD”. Abierta la
comunicación, Baratta respondió que, “Aquí estoy enriqueciendo mi patrimonio”
y, acto seguido, agradeció al hombre de prensa por haber certificado en la
entrevista, la denuncia que había recibido en forma anónima. En dialogo con
este medio, Baratta anticipó que sus bienes figuran en la “Escribanía General
de Gobierno” y aclaró que está a disposición de quien quiera certificar sus
posesiones, “Espero que los que intentan desacreditarme, tengan sus
declaraciones al día como yo. Estos muchachos creen que por ser policías,
tenemos que ser pobres o corruptos”, analizó desafiante. Como para echar más
leña al fuego, el intendente dice, sin nombrarlo, “Andan opinando por los
medios como si fueran expertos y han sido unos fracasados totales en sus
gestiones”, sin embargo, en otra entrevista, admitió, ante la pregunta sobre la
denuncia por enriquecimiento ilícito contra Baratta, que no tenía información
para llevarla adelante. Baratta, por su parte, denuncia a la gestión de Díaz
Pérez, por “persecución política como se hacía en los 70’”, aclarando que su
presencia en la marcha provocó que fuera fotografiado y filmado como
reproduciendo los métodos militares de la dictadura. Algo que no suena
disparatado si analizamos como tratan a los medios que no comulgan con sus
prácticas “democráticas”. La rivalidad no es nueva, recordamos los insultos y
aprietes que sufrió Baratta en ocasión de asumir su banca por parte de
militantes oficialistas y la propia madre de la diputada Nazabal. Y eso que la
banca era del FpV, del cual se fue para formar parte del Frente renovador “17
de Octubre”. Hoy, la realidad indica que el edil está preparando un pedido de informe para que el ejecutivo aclare el destino de los fondos que ingresaron en distintos conceptos, para el tema de seguridad.
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