La
convocatoria vecinal tuvo el éxito de asistencia esperado. Miles de vecinos sin
otra intención que recibir del municipio una respuesta a tanta inseguridad, se
reunieron al grito de “Seguridad” y esperaron durante horas que algún dirigente
municipal o político del oficialismo, diera la cara y explicara, a los vecinos,
cual será la vía de acción futura para enfrentar esta ola de inseguridad que
asola el distrito. Uno de los más castigados por la delincuencia, según el
criterio del gobierno, tanto provincial como nacional. Presentes, según dijeron, “como vecinos de
Lanús, no como políticos”, se hallaban los referentes Néstor Grindetti y Jorge
Schiavone (PRO), Daniel Gómez y Manuel Lozano (Peronismo federal), Stella Maris
García y María La Rosa (FAP), Emiliano Bursese (Acuerdo Cívico), entre otros.
La espera no tuvo respuesta y los vecinos se fueron dispersando con críticas e
insultos hacia la gestión de Díaz Pérez, el intendente que solo responde a los
medios amigos, mala copia del accionar de Cristina, la presidente que habla por
cadena nacional para mostrar obras privadas. Darío se saca fotos en la
inauguración del super Plaza Vea, a falta de obras propias para mostrar. Ante
este estado de pasividad rayano en la inoperancia, todo esfuerzo de sus
funcionarios se pierde en estas ausencias sin explicación que destruyen sus
aspiraciones de un nuevo período, aunque esto es Lanús, donde la ideología vale
menos que un plan trabajar o una asesoría de mil doscientos pesos. Lanús, en el
decir (fuera de micrófono) de los funcionarios nacionales, “Es, lejos, el peor
distrito del conurbano sur”. Nadie da dos pesos por Darío y este, vive lamiendo
estampitas para que lo tengan en cuenta a la hora de la limosna que le permita
sobrevivir un día más. En la marcha se destacó la ausencia de familiares del
hombre asesinado hace pocos días y los que marchaban con su imagen, admitieron
que no lo conocían, según declararon a un medio amigo. Ante la ausencia de
respuestas, los vecinos volverán a cortar la avenida para disgusto de los
vecinos de distritos cercanos que carecen de otra vía para acceder a sus
hogares luego de la faena cotidiana. La culpa la tendrá el intendente más
vapuleado, el hombre que sostiene medios para que no lo critiquen y ataca con
saña a los que dicen la verdad. La palabra democracia en su boca, suena como un
insulto a la inteligencia. Este viernes fueron miles y la cifra seguirá
creciendo mientras no exista una cara visible que se haga responsable de tanta
inoperancia y desidia, y el reloj político corre.
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