En una
nota para Info Región, el concejal
de Lanús por el Frente para la Victoria, Omar López, lanzó duras críticas al
Frente Renovador, espacio en el que “no hay proyecto ni trabajo”. Aclaró que, “Es
muy fácil sentarse en un banquito, criticar y pensar que así hacés política.
Acá en Lanús más que decir que están en desacuerdo con algo, no han hecho nada
por nadie. No hay proyectos, no hay una acción determinada de funcionamiento,
no hay trabajo en equipo”, disparó.
El hombre
de Chingolo, lo he dicho varias veces, es el que más comprende el alma
municipal y, posiblemente, las necesidades del vecino. Su problema es su
entorno y hasta esto es entendible. Si López tuviera la caja del pibe de La
Cámpora, estoy seguro que sería un adversario temible, aún para el oficialismo
con el cual compitió y sacó (sin caja) la minoría y dos bancas en la lista que
la baja performance de Darío redujo a una banca, la suya.
En el
final de la nota, después de fustigar al FR por su despliegue publicitario,
admite que jugará dentro del peronismo, “Nosotros competiremos con aquellos
compañeros que estén dentro del espacio del peronismo y vamos a jugar hasta el
final”. En esa línea asegura que la Mesa Scioli 2015, “va funcionando bien en
el tema de la participación y las cuestiones que tienen que ver con una fuerte
impronta diferente dentro del distrito”. “Estamos tratando de ensanchar la pata
que tiene que ver con lo territorial y lo cuantitativo para realmente ir a las
PASO con tranquilidad”, sostuvo. En este marco, respaldó la eventual
precandidatura de Daniel Scioli y elogió: “Hoy, a nivel nacional es la figura
que más adhesiones tiene, y eso es importante”.
En
conclusión, López puede dar un salto cualitativo, despojar al camporista y su
caja de la oportunidad de competir y asustar a Darío que no termina de definir
su propuesta esperando por un candidato que le marque la señora o Scioli, con
el que no tiene puntos en común salvo, claro, la necesidad de su caja
provincial. En ese contexto, su tercera participación puede darle más oxígeno a
su determinación, si esta es real y no se tienta de volver a sentarse a
negociar los puntos logrados. En eso Darío demostró ser un maestro ya que toda
la oposición fue a comer de su mano. Hasta yo, jaja.
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