29 octubre 2010

Política devaluada

A veces se nos tilda, al periodismo, de generar situaciones críticas que provocan la “desestabilización” de un gobierno. Sea este, Nacional, Provincial o Municipal. La realidad es que, esta política devaluada no resiste el menor análisis y, obviamente, tampoco resiste la mínima crítica. Muestra de esa misma devaluación en la calidad institucional de un país, que tampoco se destaca por la superlativa estatura política de sus representantes, es esta situación que se da durante el velatorio del ex presidente Néstor Kirchner, donde el Jebe de Gabinete, Aníbal Fernández, llama al Vicepresidente Cleto Cobos, y al candidato opositor, Eduardo Duhalde, para que no asistan a la ceremonia para, “Evitar situaciones desagradables”. ¡Que distinto fue cuando el venerable Ricardo Balbín, se acercó al féretro del General Juan Domingo Perón y pronunció aquellas palabras que quedaron grabados a fuego en la historia contemporánea argentina, “Vengo a despedir a un amigo”, dijo, y en aquella ocasión, no hubo insultos gratuitos ni exclamaciones extemporáneas de grupos de inadaptados que creen que la política les pertenece y pueden defenderla con cualquier arma. Situación provocada desde el seno del gobierno que utiliza la descalificación como herramienta, a falta de recursos válidos de oratoria y preparación institucional. La muerte del hombre fuerte del Frente para la Victoria, debería ser un paso decisivo para que se unan las distintas fuerzas a consensuar una política que impida la estampida económica y el caos que puede sobrevenir si el gobierno queda en manos de improvisados. No es así, y no lo será hasta que vuelva a aparecer un hombre con fundamentos democráticos y vocación de servicio. Analizando la realidad argentina, creo que el único que puede reunir esas condiciones sería un bombero. Tan devaluados estamos que no existe en el panorama político, alguien a quien recurrir para apagar este incendio institucional. No lo es Duhalde que ya demostró que no sabe devolver dólares, ni evitar que el cierre de la importación provoque la falta de insumos. No lo es Cobos con su falta de dignidad para retirarse y armar un espacio propio. No parece ser Macri, rodeado de personas procesadas y con causas por contrabando solucionadas a oscuras. No lo será Reutemann mientras no le saquen el rótulo de segundo, ni lo serán Lilita, Pino y Cía., mientras no aprendan a compartir un poder que nunca tuvieron, pero que les permite elegir a dedo, sus candidatos. Argentina demostró que puede sobrevivir aún con nosotros, el pueblo que vota y se va a la casa. Esperemos que le dure la memoria.

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