24 octubre 2010

Volver a los 17

Un fragmento de la hermosa canción de Violeta Parra dice, “Se va enredando, enredandó, como el musguito en la piedrá”. En otro contexto, el musgo peronista sigue enredándose sobre los muros sagrados de la mística justicialista de Perón. En este mes de lealtades históricas, se producen desaguisados propios de principiantes. La Diputada Provincial Karina Nazabal dice que lealtad significa que hay que acompañar a la compañera presidenta, “Hasta Diciembre de 2011”. ¿Después de Diciembre ya no hará falta? Como sea, y a pesar del sufrimiento en la cara del intendente, la señora sigue hablando. Perdió tres años dinamitando la construcción y hoy, en el mes de la lealtad, parece haber entendido que destruyendo no se construye y sale a pedir que los militantes que quedaron olvidados en el reparto de prebendas, se sumen a la ardua tarea de volver a entronizar a Darío luego que este se encargara de esmerilar su imagen por no gestionar o por gestionar con gente inepta. ¿Dónde lo hace?: En un acto organizado por Hernán Ezeysa y Ángel Ávila, referentes del senador José Pampuro. Curioso, porque Karina no suele frecuentar estos actos donde los organizadores representan otros intereses políticos que confrontan con aquellos donde la sumisión a Darío es evidente. Darío, visiblemente emocionado por la demostración de apoyo volvió a cargar contra “Los gorilas” que pretenden desestabilizar al gobierno o ese peronismo emboscado por grupos residuales del Neoliberalismo de los 90 (donde él era concejal). Hernán Ezeysa fue el coordinador del acto, y llamó a apoyar a Darío afirmándole que aspirarán a los cargos que demuestren merecer. Una lectura rápida, sería que ambos referentes se abrieron de Pampuro, ausente en el acto, pero con nota de adhesión (luego de una supuesta discusión con Darío que Ezeysa desmintió, pero otros actores políticos admitieron como cierta) y acordaron con Darío.



Se va Jilek

La información de fuente confiable dice que Ávila sería el reemplazante del Ing. Jilek en Medio Ambiente, tras el alejamiento de este por cuestiones que saldrán a la luz luego que se trate en el HCD las treinta hojas que tiene el informe del Tribunal de Cuentas donde se afirma que el contrato con Covelia es “Nulo de toda nulidad”, amén de temas que tienen que ver con informes no redactados, libros donde no se asienta la información de cambios de funcionarios y movimientos de caja, entre otras cuestiones. Tuvimos oportunidad de hablar con ambos protagonistas. Ezeysa desestimó que actuaran a espaldas del presidente provisional del senado, afirmando que es Pampuro quien apoya la candidatura de Darío. Ávila no admitió ni negó el tema del nombramiento y ambos estaban demasiado excitados por el éxito del evento como para reconocer alguna posible traición política. El tiempo dirá si este apoyo alcanza a mitigar tres años de despilfarro y maltrato hacia la tropa. Por lo pronto, el acto en el Club 9 de Julio de Hernandarias, en Caraza, demostró que se sigue acudiendo a los militantes antes que invitar a los vecinos reales, “Hay que tener mucha espalda para organizar un acto así”, admitió un hombre de Darío. Quizás lo del 38% de imagen no sea tan cierto como imaginan leyendo las encuestas que les fabrican a pedido. Quizás, salir de la pecera blindada para asistir a actos de alcahuetes ya no alcance y haya que “embarrarse” para reconquistar lo mucho perdido. Alguien dijo, hace poco, que el HCD ha perdido su razón de ser. Pallares, su presidente, no lo comparte y se siente tranquilo del trabajo realizado, pero el HCD es una parodia de los actos democráticos que allí deberían suceder y la deficiencia del Ejecutivo lo pone en evidencia. Concejales que tienen que salir a justificar expedientes que no conocen al igual que la oposición que no siempre tiene acceso o tiempo para leerlos, marca una desidia rayana en la inmoralidad de parte del gobierno y esto, en algún lugar se paga. Puede ser en las urnas.

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