06 enero 2013

Los “indignados” reclaman y denuncian



Los “indignados” denuncian, a través de facebook, que los espían y que se presta, para ello, el municipio de Lanús. No saben, o no quieren saber, estos señores, que las filmaciones, tal como lo denuncian, no son del intendente sino del pueblo. Y tienen razón. Son del pueblo, y el medio que las publicó pertenece al pueblo de Lanús y, por lo tanto, tiene acceso a esa toma grabada de una marcha pública, que yo utilicé, como la tienen ellos que eligen no acercarse, sino para protestar. A menos que el hecho de mostrarlas por medio de la prensa sea considerado un acto de espionaje como dicen. Espionaje, para mi, es otra cosa. Es tergiversar el sentido del acto como cuando intentan hacer aparecer a funcionarios conspirando cuando, en realidad, se acercan a la gente para dar respuestas. En este caso puntual, tanto Luis Belvisotti, como La Rosa, Stella García, Susana Arce y Cía., denuncian que son espiados, olvidando que se encuentran cometiendo un acto ilícito como lo es, cortar una arteria provincial. Como legisladores que son, deberían saberlo. Deberían saber, también, que decir la verdad no se corresponde con difamar. Muy por el contrario. Contribuye a que entiendan su error y lo enmienden. Deben saber que su reclamo pertenece al área judicial y a la gobernación, no al municipio. La Rosa, lo lamento, sufrió un acto terrible donde se puso en juego la integridad de su familia. Todos repudiamos eso, sin embargo, la reacción de asistir a una marcha desnaturalizada no le dará las respuestas que busca y que merece. Tiene la ley para eso, y la justicia. Lamentablemente, muchos usan estas artimañas para sacar un provecho personal. La política merece más que esto. Merece que se piensen las acciones y que se actúe con prudencia y con respeto. La marcha no es la respuesta. Exponer al municipio al ridículo, no es la respuesta. Difamar, insultar a los funcionarios, lo merezcan o no, no es la respuesta. La respuesta, como dijeron ellos mismos, está en las urnas. Con propuestas sensatas y posibles y, sobretodo con ejemplos de civilidad, es como se gana una elección. Si no entendieron esto, están destinados al fracaso. Lanús es más importante que Darío y que los posibles candidatos que se le opongan. Se que será polémico que yo conteste las denuncias, pero es que me endilgan la propiedad de la nota aparecida en un medio que no es el mío y no puedo permitirlo. Soy Alberto Calleja. Doy la cara como la di siempre. Sin mentiras y sin tapujos. Un vil mercenario no ensuciará mi trayectoria y mi buen nombre. Y que quede algo muy en claro: Nadie me da letra, soy el dueño y responsable de lo que digo y pienso. Como ha sido siempre. Como lo será cada vez que escriba mi verdad.

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