02 mayo 2015

Claudio Martínez pide la palabra





El Director Claudio Martínez, responsable de la vigilancia municipal ha sido calumniado y difamado por algunos medios locales y, ocasionalmente, por algún político opositor que aprovecha las publicaciones hechas sin ningún rigor periodístico para criticar aquello que desconoce, pero que rinde frutos en épocas eleccionarias. Por esta razón, este medio que no suele contestar a los mediocres y mercenarios, abre su lugar para escuchar la verdad “comprobable” de este agente municipal que diariamente arriesga su vida por los ciudadanos lanusenses, baste recordar cuando fue embestido y sufrió graves heridas en un control policial.
Martínez, documentación en mano, nos explicó que, en ocasión de la grave enfermedad que sufriera su padre, luego fallecido, pidió licencia en la policía federal de la cual formaba parte y se le fue negada por lo que tramitó la baja bajo la condición de ser restituido en su cargo una vez solucionado el caso que, como dijimos, terminó de la peor manera. Como consecuencia de este proceder, Martínez mantiene un juicio contra la fuerza policial y aclara que es mentira que fuera exonerado como lo indicaba la nota difamante cuya fuente nunca se reveló  y que figura como “cesante”, condición que le permitiría retornar a la actividad policial.
En su informe, el Director de Vigilancia y Seguridad nos provee de documentación que acredita su capacitación como instructor de Karate, de Kung Fu, de tiro (con certificados de torneos ganados), Reparador de PC, instructor  con cursos en Prefectura sobre custodia de puerto, o cursos de “Papel del Supervisor en la prevención de riesgos”, “Recomendaciones básicas de Seguridad e Higiene”, o capacitación del agente de seguridad privada, basada en su experiencia como titular de la agencia de seguridad “High Power”, actualmente suspendida. Asimismo nos aclara que, durante su desempeño como oficial policial, ocupó cargos desde mecánico civil  a subalterno, egresando de la Escuela Villar como agente, posteriormente en la Superintendencia de Finanzas, cuerpo de policía de Tránsito en la división infantería, luego en Playas y Grúas y en división motorizada, con todo esto documentado y presentado ante las autoridades pertinentes.
Quizás, estas verdades documentadas, sirvan para frenar el apetito de aquellos que no dudan en difamar o repetir las infamias sin conocimiento debido, y solo por las “30 monedas”. Algo de ética debe existir en algún personaje de estos. Esperemos que surja.

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