Cien años son los que cumplió la Escuela Nº 69 de Ministro Brin 2475 de Lanús oeste y los recuerdos tienen que ver con mi madre que comenzó a trabajar como auxiliar en el año 1954, poco tiempo después, comenzaba en el jardín de infantes, este cronista. En una de las fotos, mi madre, Elsa Trabado, está posando junto a la Directora de Secundario Claudia Castagnaro y la Secretaria Lucía Fernández, junto a ellas está mi maestra de primero superior, Ana María Paso, aquella maestra que permitió que mi dibujo del Pato Donald permaneciera en el pizarrón por varios días. Un recuerdo tonto, pero que muestra el grado de pertenencia que tenemos en la familia por esta querida escuela. Lo dibujé en una pausa mientras ayudaba a mamá a pasar el plumero por las aulas. Mi madre tiene, obviamente, muchos más recuerdos que tienen que ver con su trayectoria y las relaciones con distintos directores como Paso, Remoti, Garrido, Funes, Sabino y Olmedo, secretarias como Remoti y Lares Lares y tantos otros profesionales de la educación. En esta ocasión asistimos, pero no estábamos invitados. Las nuevas generaciones no conocían los nombres de la historia de nuestro querido “El Bierzo Grande”, (“El Bierzo Chico” era la 200 que quedaba a dos cuadras) y de nuestra escuela Nº 63 Nacional. Junto a Alicia, su compañera de muchos años, asistieron al izamiento de la bandera con lágrimas de felicidad y emoción, con emoción recibió mi madre, el saludo cordial del intendente y con lágrimas, se despidió de los asistentes expresando su felicidad por volver a su querida escuela y saludar a sus maestras (de las cuales solo había una). Los cien años del histórico centro de enseñanza reunió a las autoridades municipales, concejales, consejeros y veteranos de Malvinas. Al Pte. del Concejo Deliberante, José Luis Pallares, al del Consejo escolar, Roberto Crovella, ex alumnos y a los concejales del PJ, Alicia Iglesias (maestra de la institución) y Omar López. Del mismo origen político, Mónica Berutti, fue crítica de la gestión que “viene a sacarse fotos, pero no manda subsidios para arreglar la escuela que se cae a pedazos”.
Darío fue breve cuando le tocó decir algunas palabras, “Para mí es una alegría muy grande compartir con ustedes este aniversario ya que por este lugar no sólo han pasado mis padres sino que también, la mayoría de los miembros de mi familia”, expresó visiblemente emocionado. En cuanto a la labor llevada a cabo por el personal de esa institución, ponderó la relevancia social que posee el funcionamiento de la misma. “Si bien se han producido muchísimos cambios desde su fundación, la continuación de los valores humanos que aquí se transmiten son fundamentales para que nuestros pibes encuentren el marco de contención necesaria y que no caigan en ningún tipo de adicción, un mal que lamentablemente avanza en las distintas partes del mundo”, remarcó.
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