La política, se sabe, es ingrata. Si ayer estuviste en un lugar encumbrado, mañana podés estar en la vereda de enfrente y calificado como “enemigo público Nº 1”. Le pasó a varios de los K de la primera hora como Alberto Fernández y ahora, a Animal Fernández. El caso más destacado es el del Dr. José “Pepe” Pampuro que, de ser el Nº 3 del país, pasó a un oscuro puesto de Director en el Banco Provincia. Situación que envidiaríamos usted y yo, pero que, a un hombre como Pepe que dijo que de su puesto solo aspiraba a crecer, es al menos, ingrato. Peor la pasa su tropa que, según nos dicen en charla informal, no vieron un mango desde Diciembre y, el amigo Boudou, que salta como rana en la sartén por el caso Ciccone, es decir, acusado de corrupto y con mal desempeño de funcionario público, aunque él lo niegue en el programejo de menos 9 (678) el periodista Jorge Lanata, otro enemigo del poder y, por ende, “gorila” aunque no haya peronistas en el poder, lo desenmascara y le pide que sea hombre. ¡Jaja! Cuestión difícil para un monigote de la presidente, se niega a firmar los cheques y los tiene colgados de las pel…… Feo. Uno que no maneja los códigos oficiales, diría que es traición, pero en la jerga oficial, traidor es que no piensa igual a un montón de infradotados a los que Máximo dotó de poder aunque nunca averiguó si estaban capacitados pata ejercerlo. Hizo bien, no sea cosa que se lo exijan a él (A Máximo, digo. Porque él, es Dios, es decir, Néstor), y se vería en la disyuntiva de abandonar a su mamá a sus propios limitados medios. Se que me voy por la ramas, pero hay tanto desconcierto en este oficialismo, que contagia. El hecho es que los muchachos no cobran, pero no se quejan. Esperan, saben que si la Cristina sigue con esta seguidilla de “desprolijidades”, el amigo Pepe, puede volver por sus fueros, sea con Duhalde o con Scioli, y ellos volverán a recobrar la identidad perdida.
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