Juro que no es mala leche, pero hay que decir las cosas como son. El jardín maternal Madre Teresa de Calcuta, D.I.P.R.E.G.E.P. Nº 6418 (jardín municipal) que está situado en Perón y Paso de Burgos, en Valentín Alsina, recibió, hace tiempo (precisamente, el 16 de Diciembre) la visita del propio intendente Darío Díaz Pérez. Un par de años largos estuvo el jardín reclamando por una heladera, la que había se quemó (solo tenía 300 años) y Darío, magnánimo como pocos, dijo que se quedaran tranquilos que sería provista. Es más, vio el aparato de televisión que alguna vez fue de color, y agregó, “el televisor también”. Se despidió en medio de besos de niños que descubrieron, por primera vez lo que significa ser político, es decir, mentir para salir en la foto. Darío no cumplió su promesa. Nunca llegó la heladera ni el televisor, seguramente, se lo debe haber encargado al inútil de Leonardo González que es, en realidad, un dibujito animado, pero no se ha dado cuenta nadie. El tipo, re simpático y querible, no sirve para nada. Entorpece hasta la misión más simple. No voy a decir que responde a Karina, porque la diputada se esmera en cumplir con su tarea y su compromiso social. No se ensuciaría en detalles menores como negarle un par de latas de leche a una madre indigente, como lo hizo el secretario. Por qué sigue en su cargo, habiendo demostrado que no es eficaz, es un misterio solo comparable con el cargo de Viscelino. Lo importante es que el jardín, sigue sin heladera y sin TV, y Darío quedó como un mentiroso, cuestión que no debe quitarle el sueño. Algo si le pedimos: Terminen con el speach de “Ningún pibe afuera”, ya nadie se lo cree. Mucho menos los pibes del jardín que le dieron un beso a un personaje de ficción que ha abierto una duda en el corazón de los pibes que quedaron afuera de todo, ¿Será por que no los representa el “mono” Rodríguez?
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