31 marzo 2012

Reunión en Departamental Sin Abramo y con fuertes críticas


Luego de la frustrada reunión convocada la semana anterior en el Club Moreno (no les permitieron el ingreso), en realidad, la segunda opción, ya que la reunión había sido organizada en el Club Huracán (donde ya se había realizada una inicial) y fue modificada, los vecinos de distintas jurisdicciones de Lanús, fueron invitadas por el propio jefe departamental, comisionado Juan Abramo al edificio donde funciona la institución de seguridad que abarcas Lanús, Avellaneda y Lomas de Zamora. Allí, en una oficina del primer piso, el jefe distrital, Inspector Edgardo García, recibió a la delegación de vecinos entre los que se encontraban varios presidentes de foros de seguridad, concejales de distintas bancadas de la oposición (no había oficialistas, como si la seguridad fuera un tema ajeno), entre ellos, Susana Arce y Jorge Schiavone del PRO, Oscar López y María La Rosa, Martín Sosa y Emiliano Bursese del Denarvaísmo, todos los titulares de las diez comisarías del distrito, Elda Felicetti y su testimonio sobre inseguridad, entre otros. La reunión se extendió ya que, según manifestara García, el jefe Abramo se hallaba participando de distintos allanamientos y llegaría tarde, cuestión que no se produjo, de manera tal que García, inició la charla con un discurso que prometió ser breve, pero se extendió en demasía, tratando de mostrar un esfuerzo policial que, en la práctica no se registra, tal como se lo hicieron notar los vecinos sobre la falta de presencia de los móviles policiales y de protección Ciudadana por las calles interiores del distrito. En ese sentido, se mostraron disconformes por la ausencia de autoridades municipales y del gobierno provincial en la importante reunión. Si bien detectaron la presencia de Leonardo Burgos, Director de seguridad relacionado con los foros, este no se dio a conocer a pesar de los reclamos. Felicetti denunció la falta de actividad de las autoridades policiales de Lanús, sobre el caso del allanamiento que produjo el secuestro de cuatro mil dosis de paco y gran cantidad de armas. Al respecto, García le informó que se habían realizado las investigaciones que constaban en su poder, pero que el fiscal, finalmente, decidió darle la causa a otra repartición, sin embargo, lejos de conformar con su relato, incitó a Felicetti a denunciar zonas liberadas, cuestión que fue apoyada por los vecinos. En esa línea, García afirmó que por el sistema de ABL (GPS) las patrullas son monitoreadas e invitó a acudir a la sala de monitoreo para corroborarlo. La reunión siguió con duros enfrentamientos entre vecinos y comisarios por la falta de respuestas a llamados, sin que se produjera algo de luz en la discusión, como sucede cuando el reclamo se realiza en el ámbito equivocado. Nosotros, único medio periodístico presente, nacimos a la vida desde una asamblea vecinal hace casi diez años y propusimos varias veces, que el destinatario de la queja, debe ser el ministerio, allí donde una ineficaz Ministro Casal, sigue frustrando el armado de una fuerza que es diezmada por las tentadoras ofertas de la Metropolitana, y los bajos sueldos y la falta de respeto hacia los agentes, hacen que aparezcan en escena los pedidos de carpetas médicas y la inasistencia a las canchas de los agentes policiales, hartos del maltrato y la falta de seguridad con la que trabajan diariamente, sin elementos y con sueldos comparables a los de cooperativistas del Plan Argentina Trabaja, que cumplen horarios cortos y tareas leves. Inevitablemente, la falta de respuestas provocó roces y discusiones entre vecinos y concejales, y con la propia cúpula policial que no tiene respuestas para tranquilizar al contribuyente que ve como se suceden los hechos de violencia sin que se produzcan cambios importantes en la fuerza. Casal, mientras tanto, anuncia por un lado, la posibilidad del ingreso de 3.600 agentes de la Vucetich y otros centros, pero por otro, dice que egresaron 104 agentes para repartir en el conurbano, es decir, en 134 municipios, con lo que aparece como una tomadura de pelo a los familiares de víctimas de la delincuencia que, como es notorio, ingresa a Lanús de Lugano, Zavaleta, Lomas, Wilde, como no se veía en otras épocas. La información dice que las comisaría solo cuentan con un poco más de treinta agentes distribuidos en tres turnos, lo que equivale a diez agentes, ocho de los cuales deben patrullar en los móviles y quedarían solo dos para atender la comisaría y custodiar a los detenidos. Con esta lógica, es imposible un control serio. Si a ello sumamos la falta de presencia de la policía municipal, la falta de cámaras de seguridad y la ausencia municipal en las decisiones sobre seguridad, armamos un cuadro desesperante de inseguridad que no se solucionará charlando con un jefe distrital que no tiene respuestas, ni medios, pero que recauda miles por comisaría para la gran caja policial de Scioli y compañía. En medio del caos, surgió una voz sensata que promovió el armado de una comisión para trasladarse a La Plata con el reclamo. Sin embargo, nada sucedió, pero es un comienzo, ¡Ojalá se persista en esa línea que es la única posible!







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