08 marzo 2014

La mafia de los albañiles



“Una jubilada fue ahorcada con la manga de una camisa en su vivienda de Lanús, de donde robaron dinero y objetos de valor, y los principales sospechosos del crimen son dos albañiles prófugos que trabajaron en el lugar”, dice la crónica policial. El tema es más preocupante y peligroso.
Esta mujer, de 71 años, fue encontrada asesinada ayer a la mañana en la planta alta de su casa por sus dos hijos, quienes decidieron ir porque no les respondía, desde el jueves, las llamadas telefónicas.
De acuerdo al informe, la víctima hacía poco tiempo que se había mudado a su nueva vivienda, ubicada en Río de Janeiro al 1600.
Según contaron los hijos a la Policía unos 10 días atrás la mujer se encontró en la calle con un hombre que le ofreció realizar trabajos de albañilería. Como ella tenía intenciones de colocar una reja en el frente de la propiedad, y hacer algunas refacciones, decidió contratarlo, precisaron.
A pesar de que los hijos no estaban de acuerdo con la contratación de estos albañiles, dos hombres de entre 30 y 40 años, porque el primer día de trabajo a la mujer le desapareció el celular de la casa, la víctima prefirió que siguieran adelante con las refacciones previstas.
Según explicaron los hijos de la víctima a la policía, los delincuentes robaron una suma de dinero no precisada, que la mujer guardaba para las refacciones en la casa, y algunas joyas que poseía desde tiempo atrás.

Lo que no se divulga

La historia es escabrosa en si misma, pero hay circunstancias delictuales que no han tomado estado público y pueden ser la raíz de este tipo de hechos.
Apareció en el distrito una modalidad que ya ha afectado a varios vecinos, en general adultos mayores, confiados y descuidados. A ellos se acerca una cuadrilla de albañiles ofreciéndoles reparaciones a precios módicos que luego de finalizado el trabajo se convierten en trabajos costosos que, generalmente los abuelos pagan de mala gana. Ha pasado en distintos puntos del distrito y la policía no ha procedido a investigar a pesar de las denuncias. A un hombre le ofrecieron arreglar su vereda de Máximo Paz a escasos metros de Hipólito Irigoyen por doscientos pesos y al finalizar le reclamaron mil quinientos. Como el hombre se negó a pagar tal desmesura, le rompieron la vereda integra.  Otros casos hablan de pagos en esa línea. En mi caso personal, la cifra fue de mil pesos que mi madre pagó y, pocos días después aparecieron dos individuos que ingresaron a la casa con ella que venía de la panadería y desvalijaron  la propiedad. La denuncia no produjo ningún resultado. Quizás tenga que ver con este nuevo hecho, o no. La prevención es fundamental. Téngalo en cuenta cuando aparezca algún muchacho que ofrece trabajo barato.


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