Enrique
Merelas es, desgraciadamente, para los hinchas de El Porvenir, su presidente.
Ha logrado con mucha incapacidad mandarlo a la última categoría del fútbol, la
D. Desde ese lugar de privilegio y respaldado por otro hombre muy apreciado por
el mundillo de este deporte como lo es Julio Grondona, sigue dirigiendo los
destino del club de Gerli. Ha provocado múltiples hechos de violencia y ha
acusado, en cada ocasión, al intendente Darío Díaz Pérez, de ser partícipe de
las supuestas conspiraciones en su contra. Yo, personalmente, he visto
fotografías que hacen sospechar de auto atentados, en la comisaría primera de
Lanús, en otras oportunidades en que este señor ha aparecido como víctima.
La
realidad indica que existen contradicciones entre lo que declara y lo que se ve
y esto se agrava cuando ataca sin fundamento a la persona de Darío a quien
acusa de mandar a Gabriel Bran, opositor suyo (de Merelas), con una banda de 30
personas a atacarlo. Un disparate que nunca se aclara y sigue sosteniéndose en
el tiempo. Bran tuvo un acercamiento a Darío a través de su cargo en
Ferrocarriles y de Gustavo González, vicejefe de gabinete que duró muy poco
tiempo en el cargo y se fue a La Plata a trabajar en el campo social.
En
realidad, el tema pasa por un terreno que reclama Merelas y que Darío normalizó
porque la entrega se había hecho en la época de Manolo de manera en la que el
viejo cacique hacía las cosas, de palabra y flojo de papeles.
Lo
lamentable es la pérdida de un patrullero nuevo a manos de desconocidos en
momentos en que hace tanta falta la presencia policial en la calle y, lo
curioso es que se destine un patrullero a cuidar a este individuo cuando la
ciudadanía padece la inseguridad permanentemente en todo el conurbano. Quizás,
como lo dice el propio Merelas, deba desvincularse del club y vivir una vida
menos agitada. Los hinchas lo agradecerían.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario