El jefe
de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, dejó la impronta familiar de colocar
bombas para matar inocentes y, de la mano de los Kirchner, hace política como
puede, es decir, mal. Miente y tergiversa, amparado en la impunidad que le da
el cargo conseguido espuriamente y se atreve a opinar de cosas que ignora
porque cree que nunca pagará por tanta incoherencia. En ese sentido, critica a
Macri y se atreve a comparar las márgenes del Riachuelo diciendo que, "Donde
estaban esos diez mil puestos ahora hay un mirador para poder acercarse al río.
Esto es básicamente la orden que da la Presidenta, trabajar todos los días con
hechos y no con palabras para transformar la vida de la gente". Se refería
a “La Saladita” y al supuesto trabajo de Insaurralde y fue más allá, al opinar
que, "en vez de estar dedicando sus recursos a mejorar la vida de los
habitantes de la Cuenca como manda la orden de la Corte Suprema, está
destruyendo el patrimonio ambiental y urbano de la 9 de Julio". El hombre
estaba rodeado del intendente y el secretario Juan José Mussi, el que destruyó
el medio ambiente y hoy come de él.
Este jefe
de gabinete nacional dijo que, "ahora esto es una realidad y la pueden
disfrutar el conjunto de los habitantes, los millones de habitantes de la
Cuenca Matanza Riachuelo, porque se está trabajando permanentemente en su
recuperación". No sabe, el idiota, que miles mueren de contaminación con
enfermedades medievales por el alto nivel de contaminación que provoca el
Riachuelo, el más contaminado del mundo. Triste récord argentino, mientras la
costa capitalina luce limpia y moderna, más allá dela actitud mercantilista de
Macri, para quien, Argentina es una empresa y no un país.
En ese sentido, Medina asegura que Macri quiere eliminar , “Una salud
para pocos, educación para pocos, trabajo para pocos, industria para pocos. En
definitiva, cuando Macri dice que eliminaría el ‘Futbol para Todos’, demuestra
la visión de país que tiene, que es para unos pocos, sus amigos, los que se
beneficiaron con las políticas de ajuste”. Nadie apoya ese discurso, pero
tampoco se admite el comentario de un imbécil que ignora o pretende que todos
ignoren que cristina despojó de árboles el predio donde funciona Tecnópolis, y
que este “Fútbol para todos” nos cuesta mil millones que no pone él de su
bolsillo y si, nosotros, el pueblo, y sin haber sido consultados. Randazzo,
Mariotto, Medina, Moreno, Garré, Jaime, Kicillof, Larroque, Lorenzino, Boudou,
etc, nombres que, como los de Corach, Kohan, Yoma, Manzano, el gordo bolú, y
otros, integrarán el “colectivo imaginario” del pueblo que, a pesar de lo que
muchos necesitan, no olvida a los que traicionaron sus bases y programas para
enriquecerse con el erario público a nuestras expensas. No es mejor la costa de
Lanús, de Lomas o de Avellaneda, que la capitalina, no lo será mientras existan
estos mercaderes de la muerte para los que, la salud, la educación y la
seguridad, sean un gasto. No nos dejemos engañar por discursos hechos a medida.
Los delincuentes no matan a los Medina o Boudou, nos matan a nosotros y
amparados en leyes hechas por estos mercaderes. Nosotros, los dueños de los
votos, debemos decidir lo mejor para nuestros hijos y nietos. No lo haremos si
entregamos nuestro juicio a los dueños de la caja nacional y provincial. No
olvidemos que somos nosotros los que ponemos y sacamos candidatos. No es poco.
Es la base de la democracia. Solo necesitamos volver a creer en ella.