Si hay
algo que destaca a esta gestión de la oficina de seguridad de su antecesora, es
que su Secretario, Mariano Amore, da la cara y se compromete. No muchos lo
admiten o lo celebran. Muchos quieren que esta gestión fracase, incluso muchos
que comen del erario lanusense. Son lacras enquistadas en las nóminas
municipales. No precisamente manolistas, porque muchos de los señalados como
manolistas son, simplemente, hombres y mujeres de trabajo con trayectoria y
sacrificio que veneraron a Quindimil, pero siguen trabajando por los
contribuyentes como lo hicieron siempre.
Amore sabe lo que quiere y trabaja para ello.
No siempre es comprendido y mucho menos respetado, pero su tarea es sembrar
para el futuro y, en esa línea, crea situaciones que favorecerán al vecino aún
cuando ya no este en la gestión pública.
Un
ejemplo de ello es la reunión con los integrantes de la Cámara Comercial e
Industrial de Valentín Alsina. En esa reunión a la que tuve el privilegio de
asistir, los comerciantes de Alsina reclamaron por cámaras que, curiosamente se
votaron en el presupuesto participativo, además de algunos semáforos que ya
están repuestos, y por otros temas como vigilancia y reductores de velocidad en
puntos específicos de Alsina que ya están en estudio, lo mismo que la extensión
de la instalación de la fibra óptica que permitirá la colocación de cámaras de
seguridad, a pesar de la importante inversión que esto insume y que se está
desarrollando hasta el límite con Avellaneda y el propio puente, para dar la
mayor cobertura en cuanto a seguridad ante robos y el principal delito como lo
es la piratería del asfalto que afecta esa zona.
Por
parte de la comisión de la cámara asistieron, su secretario de actas Antonio
Simavorian, Roberto Abraham, presidente; Francisco Bonilla, tesorero; Héctor
Bornñuk, Juan carlos Palma, José Rosner, Adolfo Chain, Walter Blanco, Silvio
Chain y el Dr. Carlos Doljanin, entre otros.