Aparecen
nuevas caras en el concierto por la posibilidad de acceder al sillón del jefe
comunal de Lanús, Darío Díaz Pérez en las próximas elecciones por parte del
oficialismo. A las ya conocidas del abogado Lakota que vuelve a intentarlo, de
Omar López que se llevó la minoría y obtuvo una banca en el HCD en las
elecciones pasadas, se le van sumando hombres de dilatada trayectoria como el
Director Ejecutivo del PAMI y ex Diputado Provincial, Ismael Ale o el
Presidente del Consejo Escolar, “Toti” Crovella. Ahora aparece la concejal por
el Movimiento Evita, Mabel Gagino que construyó un sólido espacio en Lanús, de
la mano del “Chino” Navarro, y no duda en declarar: “Estoy para ser
precandidata por el trabajo que venimos haciendo en el Evita, lo amerita que lo
sea”. Según aparece en declaraciones a Info Región. Mientras tanto, Darío
bendice estas apariciones y las alienta porque todo suma. Al final de la
contienda y con un arco opositor que se empeña en dividirse y debilitarse en
luchas intestinas, el jefe comunal, adicto a las encuestas, saca cuentas y
sueña con quedarse cuatro años más.
Otro que
se acerca poniendo plata es Julián Álvarez, al que le faltan cinco minutos de
horno político, pero el poder lo protege y todo es válido para aspirar a
dirigir los destinos de Lanús.
Sin la
presencia del senador José Luis Pallares quien afirma que Massa lo eligió para
“Una empresa más importante”, además de dirigir los destinos del Frente
Renovador en la provincia que determina la victoria de cualquier candidato, la
oposición se debilita y Grindetti, el otro candidato de fuste, a pesar de sus
declaraciones sobre que, “Ser el intendente de Lanús es un sueño”, debe
entender que Macri no lo va a dejar ir sin oponer resistencia. Después de todo,
es el hombre de confianza que maneja los miles de millones del presupuesto del
gobierno de la Ciudad autónoma (No me animo a pronunciar la cifra).
En este
panorama, no suena descabellada una nueva victoria del actual mandamás
lanusense.