El accionar del Honorable Concejo Deliberante está puesto bajo la lupa después de cada sesión deliberativa donde las quejas de la oposición y la complacencia del oficialismo, hacen dudar de la necesidad de contar con este espacio que, últimamente, vota y aprueba todo lo que cae del Ejecutivo, venga con dificultades de redacción, de fundamentación o, simplemente con irregularidades tan serias como aprobar un expediente que ya había caducado por inacción del gabinete, como lo denunciara el concejal Dr. Carlos Folino. En esta oportunidad se trató la instalación en su nuevo domicilio, del Patronato de Liberados. Una cuestión meramente formal porque, en la práctica, el Patronato hace meses que funciona en su nuevo domicilio de la calle Quintana al 200, se convino el pago del alquiler a cargo de la comuna y, finalmente, se derivó al HCD para que lo aprueben, aunque la situación ya estaba resuelta y definida. Una verdadera bofetada para la dignidad de los ediles opositores que ven así burlados sus derechos de decidir e, incluso, contribuir a la mejor solución de los expedientes que visitan la casa legislativa. Resumiendo las declaraciones extensas y monótonas, la oposición denunció la falta de información, las irregularidades y el hecho de que, el Ejecutivo resuelva sin consulta, “Temas para los que no tiene atribución, violando la Ley Orgánica”, según manifestar Omar López (PJ). Folino habló de atropello y el oficialista Montero, habló de un expediente anterior (2006) que se aprobó por unanimidad, votado por algunos ediles presentes y aseguró que el municipio respondió así, “A una orden de provincia que elaboró una ley sobre el sostenimiento económico por parte del municipio que el intendente debió responder”. Rezano apoyó desde su visión de inserción social e igualdad de oportunidades y, finalmente, y después de un empate en doce votos, desempató el presidente Pallares con la estrategia de hacerle admitir a cada miembro de la oposición que estaba de acuerdo con la instalación del Patronato y que el problema a resolver era de orden formal. De esa manera explicó, lo que se preveía, “si todos están de acuerdo en su instalación y funcionamiento, yo voy a acompañar con mi voto positivo”, de esa manera, consiguió lo que, él mismo calificó como, “Un voto unánime”.
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