27 julio 2011

Pegar es fácil. Lo difícil es informarse


Reconozco que he sido crítico de esta gestión de Darío. Reconozco que, a veces, he sido duro y artero con algunos de sus colaboradores, a los que califico de ineptos. Lo sostengo. Hasta aquí llega mi confesión. Ahora el tema. Leí en un medio local, al que el oficialismo califica como “La Ofensa”, que no es otro que el semanario “La Defensa” que dirige el matrimonio de Norma y Gerardo Masiello, una nota del amigo Héctor Pérez Cid, donde se pregunta, “¿Por qué no se pueden hacer las mismas obras que del lado de capital?, en referencia a la avenida costanera que compara con la nuestra. Gerardo publica, pero no opina, y yo me voy a tomar el atrevimiento de opinar sobre una nota aparecida en otro medio, cuestión que siempre respeté, y es que no parece lógica la pregunta de un hombre que trabaja cerca del Foro Hídrico y de la problemática de los vecinos de Diamante. Cid, hombre bien intencionado, como lo conozco, debería saber que Macri y su ministro de hacienda, Néstor Grindetti, manejan 25 mil millones de pesos de presupuesto. Cifra con la que podríamos comprarnos un país. Darío, al margen de recibir un territorio devastado, maneja un presupuesto de 400 millones, de los cuales, la mayoría está destinado a obras presupuestadas y ejecutadas por empresas que designa el gobierno nacional y que no pasan por sus manos. ¿Se entiende la diferencia o la crítica es para destruir en lugar de aclarar? No defiendo esta gestión que me parece deplorable, pero sugiero que antes de criticar, deberíamos informarnos, porque sino, caeríamos en politiquería barata. Justamente de lo que queremos alejarnos. No es dañando a otros como se construye, sino diciendo la verdad, aunque duela, aunque dañe la credibilidad de muchos. No se si nos hará libres, pero nos hará creíbles, y en periodismo, es imprescindible.

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