A pesar del esfuerzo de la prensa municipal de Lanús por colocar a Darío en un pie de igualdad con su par de Lomas, Martín Insaurralde, la realidad es que, el calvo intendente del distrito vecino, no correspondió las gentilezas que tuvo para el, nuestro Darío. El acto de inauguración de la oficina del Anses, en Villa Albertina, contó con la presencia de la reina de luto y el gobernador Scioli. Hasta allí se fue Darío Díaz Pérez, a cumplir con el protocolo de asistir a cada acto oficial del Kirchnerismo, pero esta vez, su presencia pasó inadvertida, al menos para los presentadores que lo ignoraron olímpicamente. Incluso el comunicado del Anses, evita mencionarlo. Al perecer, Insaurralde olvidó la deferencia que tuvo Darío al recibirlo y colocarlo en primera fila como si fuera un actor importante y no el sujeto que asumió cuando Rossi se cansó de pelear por su lugar en la grilla K, y se fue a su casa. A pesar de todo, Darío aplaudió y puso su mejor cara de póker, sentado en la segunda fila y al margen del acontecimiento. Cristina, ajena a las internas, aseguró que esta oficina aliviará el viaje de los subsidiados, destacó la baja de intereses para los préstamos a jubilados y advirtió que, el 20 por ciento del Fondo de Garantías de la Anses será destinado a otorgar préstamos a sus beneficiarios. “Estamos transparentando el sistema pero no somos socialistas con la plata ajena. Creemos en el sistema de crédito pero no en la usura”, sentenció y culminó la función mencionando el profundo dolor que sufrió por la muerte de Iván Heyn, un funcionario que no conocía, pero que, como la muerte de “El”, ayuda a dar contenido a los mensajes mentirosos y efectistas. Finalmente, nuestro amigo Ángel Moreno, secretario de la Federación de Jubilados, nos adelantó que tuvieron oportunidad de charlar con la presidente y esta les preguntó cuanto querían de aumento, “Mil pesos”, respondieron. Ella prometió estudiar el tema.
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