18 diciembre 2011

La seguridad puede esperar


Las maestras de Villa jardín vienen reclamando, a través de entidades intermedias y de los vecinos, pero nadie parece prestar atención al reclamo. Darío prometió ir a visitarlas y no fue, el tema no es banal ni caprichoso. A una maestra, este es el caso que conozco, le pusieron el arma en la panza y gatillaron dos veces. El hijo de puta que lo hizo, sigue libre, “amparado por la policía que nos debe cuidar”, dicen las educadoras, y señalan el nombre de un oficial que el propio comisario Alejandro Mendieta, destaca como uno de los pocos que trabaja para la comunidad, ¿Ángel o demonio? ¿Se puede equivocar tanto la gente de Villa Jardín al señalarlo? Las maestras se fueron a la municipalidad por eso de “Si Mahoma no va a la montaña..”, pero Darío no las atendió, curiosamente, estaba con el Secretario de Seguridad de la Nación, Julián Álvarez, el dueño de La Cámpora en Lanús, seguramente, no hablaban de seguridad. De modo que volvieron con la promesa que Darío las recibiría en el Hugo del carril. La cita era a las 13,30 horas. Obviamente, Darío no apareció hasta las 15,00 horas, y como el salón estaba comprometido para un acto con la Directora de la Escuela Nº 6, los trasladaron al Centro de Monitoreo donde se debía entrevistar con Omar Reinoso. En ese espacio estaba el nuevo Secretario de Seguridad Municipal, Desimone, pero él está para cosas más importantes y se pasó la jornada fuera del edificio, ¡Y con Reinoso! ¿Quién atendió a las maestras? No lo sabemos. Pudo haber sido Zulma Pesagno o algún otro funcionario encargado de entretenerlos hasta que arribara Darío. Finalmente, Darío llegó bajo una incesante lluvia y cerca de nosotros, pero sin saludo protocolar, se puso a hablar por teléfono. Habló con “Dany” y le dijo que la reunión estuvo “bárbara”, El Dr. Massobrio, mientras tanto, llamaba a Gabriela y le informaba que Darío quería hablar con ella. Al final, Darío tomó el teléfono y le pidió a la mujer que intercediera porque habían sucedido algunos incidentes en Jardín, con la amenaza de dispararles a las maestras, es decir, la reunión postergada durante tanto tiempo, la resolvió dos minutos antes de ingresar a hablar con las educadoras. Alguien diría que se tomó un gran compromiso con la seguridad. Con Reinoso y Desimone fuera del recinto y él, llamando en el filo de la reunión, cae de maduro que la solución no saldrá de ninguno de estos personajes y, muy probablemente, de nadie. Mientras tanto, pagaremos un plus para mantener una oficina que no sirve para nada, al menos en la práctica. Después se enojan cuando se los critica. La foto muestra a las maestras, acompañadas por Marisa Barromeres, secretaria de SUTEBA, ingresando al Centro de Monitoreo. Esta vez, no estuvo Hugo Durán de CTA.


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