Es
ya conocido el deplorable nivel de discusión en el Consejo Deliberante donde
predomina la chanza antes que el raciocinio y la búsqueda de la excelencia. La
descalificación antes que la búsqueda de consenso. El bochorno antes que la
búsqueda del delicado equilibrio político y social. El problema es que ya no es
exclusividad del oficialismo y, el resto de la mal llamada oposición, entra en
el juego y el debate desciende al chismerío y el grotesco. Tal es así que, en
la última sesión del viernes 10 de Agosto, la noticia no fue la importancia de
lo tratado, sino el proyecto que, finalmente, no se trató, y que fue la
instalación de la Planta de Transferencia de residuos en el predio de la ex
Fialp, para lo cual, asistieron decenas de vecinos para saber como continuaba
el tema, después de la frustrada reunión del intendente con algunos vecinos.
Reunión cuya conclusión fue desestimada por los vecinos ya que se firmó un
acuerdo donde no figuraba la opinión mayoritaria y, el documento final, fue
considerado como un intento del Ejecutivo de engañar a los habitantes. Se votó
si, una declaración favorable al ingreso de Venezuela al Mercosur. ¡Si, Ud.
Tiene razón! ¡Que carajo nos importa a los lanusenses si Chávez aporta petróleo
o no al Mercosur. Los ediles están para tratar asuntos concernientes a Lanús,
no para votar temas internacionales que escapan a su capacidad legislativa,
pero esto es Lanús, donde la mentira es moneda corriente, la falta de gestión
el resultado del escrutinio donde volvió a triunfar Darío, y la prebenda a los
amigos del poder, el tema predominante de la Secretaría de Desarrollo dirigida
por el diarero y la diputada. El tema del basural llegará a la comisión, será
tratado allí y saldrá con voto favorable porque hay opositores que son menos
opositores que otros y no votan para el pueblo sino para el bolsillo. A no
sorprenderse, Lanús es solo una muestra pequeña de lo sucedido a nivel
nacional. Cuando vuelva a votar, piense en eso.
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