Desde
aquel plenario donde el intendente de Lanús disparó munición pesada contra el
gobernador Daniel Scioli, por quien profesaba amor eterno hasta que le bajaron
línea desde el Ejecutivo Nacional, definiéndolo como “Una cáscara vacía. Un
vegetal”, dicen en su entorno que se lo ve, “Abatido y deprimido”. No es lo que
vemos nosotros, pero las apariencias, a veces, engañan. La visita de Sileoni y
sus siete millones para reparar dos escuelas, el compromiso, por lo menos
verbal, de De Vido, asegurando un cierto flujo de dinero para que, después de
cuatro años y medio de mala gestión, Darío pueda, al menos, mostrar alguna obra
terminada, demostrando que la pelea con Scioli es “a muerte”, la reunión en el
local de Depetri por su inauguración, con la presencia del vicepresidente Amado
Boudou, y otra posterior y,
aparentemente secreta a la que habrían asistido quince Diputados Nacionales,
entre ellos Carlos Kunkel quien hacía rato que no nos visitaba, disertando
sobre la necesidad de mostrarse “peronistas” y, por supuesto, “con Cristina
como conductora”, frente a un auditorio de referentes de distintos espacios
como Kolina, Movimiento Evita y otros, cuyos representantes ocupan cargos en el
municipio, generando para Darío, una tropa heterogénea y, no siempre leal, que
se miraban tratando de entender el mensaje que ocultaba aquella presencia y,
sobre todo, ese discurso forzado que los obligaba a mostrarse más peronistas,
seguramente, frente al crecimiento de fuerzas como la Juan Domingo de Scioli, o
el peronismo de De Narváez, el PRO peronismo de Macri, la irrupción de Luis
Juez y de Rodríguez Saá para, finalmente, mostrarse junto a Mariotto y Santa
María en el lanzamiento de los cursos del SUTERH, fortaleciendo la posición de
Luis Lobo quien nunca pudo contar con estos actores en situaciones mucho más
importantes que esta, todo apunta a una decisión nacional de “proteger” al
intendente que habla mucho y hace poco por la comunidad que es, en definitiva,
la que lo mantendrá o no, en el cargo. Mariotto aseguró: “Es un honor estar en
esta tierra con un intendente militante y gran trabajador, al que habitualmente
le pedimos consejos y tanto queremos y admiramos”. Si Mariotto necesita
consejos de Darío, habría que comenzar a preocuparse por las ambiciones de lomense
por la gobernación. Dijimos que es probable que vaya por un nuevo mandato. Los
allegados descartan a Karina Nazabal para sucederlo, pero sospechan que una
nueva campaña será “Muy difícil sin obras para mostrar”. Para ello, es que
aparecen estos signos de apoyo nacional y la sensación que, en este poco tiempo
electoral, no aparecerán figuras de peso que puedan inquietar al Kirchnerista,
sobre todo teniendo en cuenta que la oposición, en lugar de unirse, se
dispersa, debilitando sus posibilidades.
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