10 septiembre 2012

Solo faltó la carpa del circo



Mussi, el socio del juez Armella, vino a Lanús, más precisamente, al riachuelo, donde se reunió con el intendente Díaz Pérez. En la ocasión no se celebró la limpieza del cauce, ni la construcción de la Sepa que limpiaría las aguas contaminadas, mucho menos el puente sobre el cauce, ni la terminación de la Carlos Pellegrini, o la construcción de las viviendas. Mussi y Darío de reunieron para inaugurar…¡Una plaza! Si no fuera trágico por las víctimas cotidianas de la contaminación a cielo abierto de la cuenca más degradada del planeta, sería para reírse por el caradurismo que ostentan estos personajes nefastos. La situación se da, luego que la presidente retara a Mussi por la falta de avance de las obras, diciéndole aquello de que “hay que temer a Dios y un poquito a mi”. La plaza donde, obviamente, no jugará nadie, ni se presta para ir a tomar mate con la familia, queda en Pellegrini y Emilio Castro, en Villa Jardín. En el colmo del cinismo, Darío expresó que, “Éste es otro paso más que hemos dado para mejorar la calidad de vida de las familias y, sobre todo, los niños”, y habló de convertirlo en “Un lugar digno”. Mussi, impresentable funcionario público (leer nota de Lisandro Martínez), para no ser menos afirmó que pudo, “Comprobar las mejoras realizadas a lo largo de toda la cuenca y me puso muy contento ver que la voluntad de la Presidenta se está cumpliendo”. Estos dos payasos de la política deberían saber que la impunidad nunca es para siempre y que, el respeto por el pueblo es lo único que podría sostenerlos cuando el poder se desvanezca. 





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