Dice
el comunicado de prensa municipal que, “Hasta el 31 de Julio de 10.30 a 13 hs y
de 16 a 19 hs. tendrá lugar la votación de los proyectos surgidos en el marco
de las dos asambleas del Presupuesto Participativo. Esta iniciativa es un
proceso de democracia directa y voluntaria, cuyo objetivo principal es que los
vecinos debatan y decidan el destino de una parte del presupuesto público de
Lanús”.
Hasta
aquí todo bien, la ciudadanía se compromete y el estado asume sus propuestas y
las ejecuta, pero, ¿Cuáles son las propuestas y cuantas personas intervienen en
la propuesta? Pocos son los vecinos que se comprometen. No solo con las
propuestas del presupuesto participativo que les da el marco democrático para
que participen, sino cuales son los vecinos que se preocupan por la seguridad
que es, al consultarlo, el primer flagelo de cada distrito. Pocas. Y lo digo
con conocimiento de causa. Salimos a pegar carteles para consultar a los
vecinos por la colocación de cámaras de seguridad, ¿Cuántos asistieron?: Tres
vecinos, de los cuales dos eran pareja, es decir, dos. El 26 de Julio de 2013
vinieron de Valentín Alsina a reclamar por problemas de seguridad, ¿Cuantos
vinieron?: Siete. Referentes del barrio que pidieron ser su representación. ¿Qué
quiero decir con esto? Simple. Que esperamos todo del otro y reclamamos cuando
nos toca a nosotros. Típico del caso Blumberg. No vinieron por nosotros.
Podemos esperar.
En
el caso del presupuesto, los pedidos son paupérrimos. Bancos, rejas, pistas de
skate. Pedir lo que se sabe que será respondido porque es necesario que tenga
una respuesta. Nadie pide lo que nadie reclama. Ni nuestros legisladores que
están más ocupados en reglas generales que en las cuestiones del municipio.
Quizás la excepción sea Karina Nazabal que pide lo que pide la gente La solución de los problemas de género y los
problemas en el tratamiento de la basura. Lo otro, la inseguridad, parece que
no le preocupa a estos hombres y mujeres que venden propuestas, pero no las representan.
Darío pide a provincia y provincia manda lo que puede o quiere. Poco. Pocos
hombres para la fuerza, pocos medios y mucho menos capacidad de absorber los
gastos que provoca el mantenimiento de móviles y tropa. Ese es el cambio
cualitativo que nos ofrece este gobierno donde Berni se queja, pero no
soluciona y donde Macri, con casi cincuenta mil millones de presupuesto,
promociona, pero no crea. Mientras tanto, el pueblo se muere víctima de una
inseguridad que provoca el estado con su ineficacia. Estamos solos en esta
lucha contra la delincuencia porque los que pueden no quieren y los que
quieren, no pueden. El pueblo, el soberano, padece el flagelo y entrega las
víctimas de este holocausto que se lleva a nuestros seres queridos. Es hora que
el pueblo se comprometa y participe. Con sus propuestas y sus necesidades. Solo
así seremos escuchados.
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