15 septiembre 2010

Carta abierta a nuestro Intendente

Bajo el título de ¡Sálvese quien pueda!, nos llegó una nota anónima que denuncia los pormenores de la oficina de recursos humanos. “Allí”, dicen,  “Cada día es más grande la tensión que soportan las empleadas donde, cada día, se encuentran con algo diferente”, y enuncian problemas que van desde cables de electricidad que cuelgan sin control exponiendo a los trabajadores municipales al peligro de electrocución, el estado de suciedad permanente y el traslado compulsivo de compañeras sin motivo y cuando se les pregunta, responden con sarcasmo que, “Te sacamos porque sos muy eficiente y en otra oficina vas a ser de más utilidad”. Esto es lo que le pasó, al menos, a una empleada de personal la semana pasada y la respuesta se la dio el propio Bessone, a pesar que la muchacha alegó que se sentía cómoda, no existía motivo de queja con su trabajo y “Hacía dos semanas que estaba allí”. Bessone admitió que eran “Órdenes superiores”, y que no podía aclarar nada más. Los empleados se quejan por lo que consideran un maltrato donde se los manosea, se los maltrata, se los amenaza y manipula a su antojo, considerándolos “Ignorantes”. Agregan que “Es evidente que desde el Secretario de Gobierno (Dr. Juan Carlos Viscelino) hasta la directora (Alicia Michaloff), se manejan por amiguismo”. Lo peor y decadente es que ellos, según la denuncia, “Dicen que es por orden del intendente porque la oficina de personal es un desastre y hay demasiados empleados y jefes, cuando la realidad es que, cada vez hay menos ya que la mayoría está con horarios reducidos y algunos cuya condición se desconoce, y los que quedan están desbordados de trabajo y hartos de tanto manoseo, atendiendo más de cinco legajos por día”, y concluyen, “Ahora pongámonos a pensar... queda muy mal parado el intendente ya que todos estos personajes especialmente el secretario de gobierno Viscelino y su cómplice, la directora ( vichi...ALICIA MICHALOFF ) Alicia ,,sacate la careta ...vichiiii !!! lo único que hace es echarle la culpa al intendente Darío Díaz Pérez y a la diputada Karina Nazabal. ¿Sabrá el intendente esto? ¿Sabrá el intendente que los empleados de RRHH están desbordados? ¿Sabrá, en realidad, cuanta gente trabaja y cuanta no? ¿Sabrá el intendente que no es la primera vez que pasa esto? ¿Sabrá el intendente que a los empleados se los trata de ignorantes?”. Muchas preguntas que merecen una respuesta rápida. ¿Podrá Darío separar a los amigos ineptos del poder para que no lo arrastren con él o morirá junto a estas lauchas que lo abandonarán al primer signo de derrota tal cual hicieran los manolistas con el “maestro de intendentes”? Una buena oportunidad para demostrar que le interesa la gestión.

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