A Darío lo acusan de perseguir al municipal porque, según dicen, “Donde ve un municipal, ve un Quindimilista”. Lo cierto es que, en los últimos tiempos, tuvo que cambiar el discurso y alabar a Manolo. Cuestiones políticas o sapos que hay que tragar para poder gobernar con algo de paz. En este día del municipal, volvió a la vieja costumbre de entregar medallas y besos a los trabajadores que cumplían 25 y 30 años de servicio. Una vida dedicada a sobrevivir y, un sentido de pertenencia que no es bien entendido por estos nuevos funcionarios. Luego del himno de rigor, Darío se calzó el traje de intendente y agradeció, a su manera: “Para mí, estos primeros cuatro años de Gobierno fueron muy difíciles y ustedes lo saben mejor que nadie. Por eso, quiero agradecerles el hecho de que la ciudadanía haya depositado nuevamente su confianza en esta estructura de la cual, ustedes son el principal sostén”, remarcó. No podía faltar el inefable “Negro” Pedelhez, Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales, Miguel Pedelhez, quien recordó a los compañeros fallecidos y reiteró su apoyo a la gestión local. “Sólo quiero pedirles a todos los presentes que reflexionen acerca de la necesidad de recuperar el concepto de la gran familia municipal. Creo que es la única manera de volver a visualizar en el par a un amigo”, expresó. Al municipal, no le importan los actos, le importa el reconocimiento, y la medalla, aunque ya no sea de oro, algo que Darío, todavía no entendió. Quizás, los casi cuarenta mil votos de Omar López, con mucho apoyo municipal, le hayan ayudado a percibir el camino a seguir. Las fotos donde sobresalen, Folino, Amore, Omar López y Alicia Iglesias, antes que los concejales oficiales, muestra lo difícil de la lucha que se viene.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario