05 noviembre 2011

La política que viene


Después de estas elecciones dinámicas, cambiantes, sorpresivas, queda un panorama confuso que no sirve para generar expectativas de desarrollo, antes bien, queda claro que muchas movidas responden a intereses particulares y no a la preocupación política por los contribuyentes. En el oficialismo se dan circunstancias preocupantes, el secretario camionero, Juan Vanati, queda afuera del HCD, en momentos en que se viene la negociación por la renovación del contrato con Covelia que, seguramente, superará los cien millones, aunque la tarea haya disminuido por el aporte de los miembros de cooperativas. ¿Habrá un llamado de Moyano para con Darío, pidiéndole por Juan? La posibilidad depende de la decisión de Darío que deberá elegir entre la familia (su cuñada Luciana Agustavicius) y el gremio. La lista comienza con el Ing. Héctor Bonfiglio, que prometió desdoblar sus funciones para no desarticular su trabajo en Obras Públicas, por lo menos hasta que aparezca un reemplazo natural, sigue con Luciana Augustavicius, Francisco Malvaso cuya generosidad sirve para mantener el puesto, a pesar que ese era el lugar de Vanati, que fue relegado a pedido del propio Moyano que respetó su trayectoria, allí aparecieron el pibe de La Cámpora que, seguramente, viene a aportar su experiencia de tres días en política, Gagino y la militancia en el Movimiento Evita y de la mano del “Chino” Navarro y la irrupción del ex comisario Salvador Baratta, que depositan a Vanati en el séptimo lugar, delante de “Lolo” Vélez, un incondicional que quedó postergado detrás de las obligaciones del intendente que deberá gobernar con un HCD extraño donde, el regreso del Dr. Carlos Torlaschi, actualmente de paseo por Miami, que deja el PAMI, a pesar de negarlo, complicará aún más el control y la obediencia. Si Vanati asume, quedará solo Bonfiglio como tropa propia y rezar para que no haya díscolos que exijan recompensa por cada voto de apoyo. En el Denarvaísmo, ingresa Bosio, que no aportará nada nuevo, pero mantendrá en pie las negociaciones iniciadas por Di Masi y la cruz que cargan de votar con el oficialismo, situación que se planteó y es difícil de extirpar, sobre todo, cuando votan y le dan la razón a sus críticos. El ingreso del Dr. Emiliano Bursese no suma ya que, seguramente, se sentará con el Dr. Carlos Folino en la UCR. El espacio de Binner, es el más fortalecido, ya que suma a Stella Maris García, que se integra al bloque y al CPN Oscar López, hombre temperamental y honesto, combinación parecida a la de la concejal María La Rosa. Desaparecido el ARI, con Pedro Gómez y Mariano Amore, sentados junto al FpV, en el cual, Amore sentará sus bases para el futuro por capacidad  y conocimiento, con un Gabriel Bedoya que no llegó al piso y postergó, quizás definitivamente, sus pretensiones, queda el partido de Mauricio Macri, que quedó como segunda fuerza a pesar de la lista corta, pero con el ingreso de Jorge Schiavone, imprescindible en este armado y Heriberto Deibe, un hombre de Pampuro que no suma, como no sumó cuando fue el articulador de Lavagna, donde cosechó un magro 2 por ciento. Ahora, se desconoce cual será su jugada. Sea la que sea, no tendrá buena cabida en este espacio que es celosamente custodiado por los amigos de Néstor Grindetti, que había formado una especie de familia y este personaje, sería un primo lejano que responde a otra línea de pensamiento. Desprolijidades de Grindetti que ya tuvo la experiencia necesaria para comprender que ciertas fórmulas no cuajan allí. Le pasó con Barbagallo, ahora oficialista hasta el final de su mandato y después, se volverá a casa porque ya no tiene banderas que no haya vestido, le pasó con Rivas Mieras, con Rodrigo Patiño y con varios más, algunos de los cuales volvieron al rebaño, como es el caso de Jorge Balduri. En definitiva, el oficialismo, si no se rompe, tendrá mayoría automática, un presidente de bloque como Jorge Montero, que acumuló experiencia, y ya no tendrá que lidiar con Amore y sus chicanas, y un presidente del HCD, como Bonfiglio, que asegura orden y mesura y, esperemos, un poco de nivel en las discusiones.










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