04 noviembre 2011

Miente que algo quedará


Si hay algo que no nos pueden imponer a los nativos de Valentín Alsina, es una mentira corporativa. Marcelo Calvente es un amigo, empleado de prensa y, como tal, debe difundir la verdad que el intendente exige. No es nuestro caso. Darío nos paga para saber lo que sucede en el municipio sin el velo protector de los alcahuetes. La verdad lo ayuda a decidir la mejor medida que debe disponer. O eso creemos. Por lo menos seguimos siendo, hasta orden contraria, “amigos”. Si este intendente piensa que nos guía un afán de cambio, o de destitución, está mal informado. Una salvedad, “No somos cómplices”. De eso nos hacemos cargo. Decir que el evento arrancó con el pie derecho es mentir descaradamente. La gente, cansada de escuchar a un grupo de idiotas, pensar en voz alta sobre virtudes oficiales y pecados macristas, se levantó y se fue. No sin antes hacerles saber que habían venido  a escuchar tango no politiquería barata. Lo que vino después, lo ignoramos porque sacamos un par de fotos y nos fuimos con nuestros vecinos, los de mente libre, que no recibieron la visita de los chicos de La Cámpora que disciplinan a niños e imberbes que no entienden que la verdad no tiene dueño, ni esclavos, ¿El tango? El tango es mucho más que un grupo de estúpidos tratando de confundir al pueblo, porque el tango es pueblo y a ese no lo alimentan con subsidios. La foto que ilustra la nota, muestra el arte de Marisa Vásquez, una alsinense que no tiene la culpa de coincidir con este acto, y su corazón va más allá del FpV.



1 comentario:

el blog de Julio dijo...

Estimado Alberto: Puede ocurrir que algo que decido informar tenga corrección o sea omitido, porque como vos bien decís, soy agente de prensa de Darío y tengo dos superiores que pueden modificar lo que crean conveniente de mis informes. Sin embargo no sucedió así en este caso. Es cierto que ese pretendido debate molestó a algunos vecinos por las ponencias innecesaria y forzadamente politizadas, además de aburridas, sobre una temática -la dificultad de realizar festivales de tango principalmente en la ciudad de Buenos Aires- que poco podía cautivar al público presente, y menos aún con semejante pobreza de recursos para la oratoria, principalmente del poeta que afirmó transpirar kirchnrismo. En el informe de prensa que escribí constaba el debate, lo que omití fue la molestia de esa porción de vecinos indignados. Y justamente lo omití porque me quedé a ver el espectáculo. Y fue tan bueno lo que ví, que el pequeño incidente del principio me pareció una minucia en compración con la calidad y la entrega de los artistas que lo sucedieron. Y porque a mi entender, darle relevancia al pobre "debate" y al enojo un tanto intolerante de algunos vecinos -a la mayoría no le molestó- era quitarle validez a lo mucho y muy bueno que vino después, y a la vez alejar al público de las próximas jornadas alertando falsamente que serían usados políticamente, por el fallido de algún mediocre y poco ubicado expositor, es a mi entender una triste forma de engaño masivo. Por eso yo afirmo: Vayan tranquilos a las siguientes jornadas del Festival de Vlentín Alsina a escuchar unos buenos tangos, interpretados por nuevos y excelentes grupos musicales. Vayan tranquilos, vecinos, porque las personas inteligentes y bien intencionadas como el Cholo Castelo, el organizador del evento, pueden ser soprendidas en su buena fe una sola vez. No cometan el error de perderse tanto por tan poca cosa, vecinos, porque no volverá a disponer de micrófono libre nadie que no esté a la altura de las cricunstancias. Abrazo para vos, amigo Callejas.
Marcelo Calvente