08 enero 2012

El hombre que buscaba


                                                                                                          Lanús, 8 de Enero de 2012
El hombre siempre busca y, posiblemente, en esa búsqueda, se esté buscando a si mismo. Mi amigo Abel Madaria era uno de esos hombres. Un hombre que buscaba, un hombre que necesitaba saberlo todo y, en ese camino, analizaba, preguntaba, se comprometía y se frustraba, pero nada lo detenía. Buscó en la vida social, en la vida política y, creo, en sus fantasías de una vida más clara, más precisa. No aceptaba la duda y lo sobrecogía la mentira. Me avergüenza decir que este recuerdo no nació de mi frágil memoria, sino de la cortesía de otro amigo común, David Romero Ayala. El lo recordó y me pidió que lo reflejara en el periódico. La vergüenza de haberlo olvidado me impidió asociarse al recuerdo. Lo hago hoy, el día en que nos dejó un poco más solos, un poco menos sabios y con el dolor intacto. Curiosamente, después de haber buscado fotografías suyas para acompañar el recuerdo, descubro que hay una sola que nos muestra juntos, a pesar de haber estado tanto tiempo caminando en busca de noticias y testimonios y de haber compartido largas, larguísimas tardes de café, obviamente, después de haber conversado largas, larguísimas horas por teléfono. Así era él. Conversador y analista de todo. Era el hombre que buscaba y, definitivamente, debe haber encontrado la respuesta, y la paz. Así lo recuerdo. Así lo despedí. Así espero que perdure su memoria. Adiós, amigo, o hasta la vista. Yo seguiré preguntando porque quizás tu amistad fue necesaria para comprender la vida.







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