10 enero 2012

El saludable ejercicio de la fantasía


“Ahí vienen”, gritó un niño y luego, el grito fue unánime, “Ahí vienen”. La estridente sirena anunciaba la llegada, como cada año, de los tres Reyes Magos, al local comercial de los Granata en la calle Guido Spano al 600. Y como cada año, decenas de niños esperaban con ansiedad la llegada de la autobomba que, gentilmente, aportaban los bomberos de Lanús oeste para que el arribo fuera más mágico y más espectacular. Las caritas felices justificaban todo, sobre todo cuando, entre esas caritas estaba la de una hija. Celebraron la vida con la música que aportaban los niños con sus risas y celebraron el milagro de creer que toda fantasía se puede hacer realidad cuando se obra con amor y desinterés. Estos tres amigos hicieron causa común para darles a esos niños un regalo mínimo, pero una gran oportunidad de seguir creyendo en milagros. Padres e hijos cómplices, por un momento, de una gran alegría. Lo bueno es que, el año próximo, será igual de emotivo y nos volverá a convocar para renovar la magia.









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