Darío
dirige la peor intendencia del conurbano. No lo digo yo, lo dice él mismo,
cuando lo ataca el sincericidio, y reconoce que no ha podido concretar ninguna
obra y Lanús sigue tan “bombardeada” como cuando asumió, quizás más. Con esta
premisa, el hombre viaja a cuanto evento organicen con la presencia de Cristina
o Mariotto, o Scioli, o alguien que le tire una soga. A falta de pedido de
“testimoniales”, se acerca a los ricos y famosos para ver si liga algún mango
para concretar de una vez, las dos obras que comenzó en cuatro años y medio,
con cuatro aumentos de servicios en medio. Lamer estampitas, ya no da rédito.
Lo que el gobierno necesita son intendentes emprendedores que, cuando piden,
muestran obras y no promesas. Necesitan intendentes que no inclinen a sus
militantes a cortar avenidas, sobre todo Hipólito Irigoyen con el trastorno que
produce y el efecto negativo que brinda a la comunidad, su falta de respuesta a
los compromisos asumidos. Insultar a concejales que solo pretenden
interiorizarse de la situación, tampoco ayuda a mejorar la pésima imagen que se
han hecho, “allá arriba”, de donde baja el apoyo económico y político. Decirle
a Cristina que apoyan la decisión de “Nacionalizar” YPF es, simplemente, regar
en el desierto. Ella ya sabe que metió la pata, pero no puede volver atrás.
Volver atrás, sería reflotar a Ciccone, Once, megaminería, ley de glaciares,
entre otras “desprolijidades”. En la ocasión, Darío aprovechó, junto a otros
intendentes, para coincidir, “en el deseo de una pronta aprobación de la Resolución referente al
artículo 161 de la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual la cual, establece que aquellos grupos
que tienen más licencias que las que fueron permitidas por esa norma deben
desprenderse de aquellas en el plazo de un año contado desde su reglamentación;
afirmando que subyace en la comunidad una necesidad de la puesta en marcha de
tan importante Ley, situación esta pronta definirse en la Corte Suprema de Justicia de la
Nación. Es cierto, la comunidad, cada vez que la veo, me pide por esta ley,
olvidando temas menores como inseguridad, desagües, limpieza y subsidios para
aquellos comedores olvidados por la oficina de Desarrollo Social. Esto se
llama, “Interpretar al pueblo”.
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