Se
que es como preguntar, ¿Qué Marcelo?, pero la pregunta tiene un fin didáctico,
lo prometo. Es que, conversando con el concejal Salvador Baratta, en la última
sesión del HCD, este, conocedor como pocos lanusenses de temas de seguridad,
nos indicaba la dificultad de recorrer (y/o perseguir delincuentes) con un
helicóptero en una ciudad como la nuestra, “que carece de vías rápidas”. Esto
es, si se diera el caso de que, nuestro helicóptero alquilado por hora a un
costo de 1.300 dólares, tuviera que perseguir a un automóvil en fuga, la
dificultad de carecer de vías rápidas, haría que sobrepasase al vehículo
perseguido y lo obligaría a girar en círculos para esperar su posterior marcha.
Esto, según el ex comisario, provocaría serios problemas en la máquina,
comenzando por el rotor y las hélices que no están diseñadas para esta maniobra
sino para un viaje recto y veloz. La otra dificultad es, pensamos que, en plena
persecución, se acabe la hora programada, ¿Qué hacer entonces? ¿Consultar sobre
si las arcas están preparadas para abonar una hora extra? ¿Detener la
persecución hasta el día próximo? Todo un tema. Sobre todo cuando la ciudadanía
se pregunta, ¿Para que queremos un helicóptero si las comisarías están vacías?
Preguntas que se debía haber hecho este intendente del subdesarrollo, si le
interesara la gestión, cosa muy dudosa. Inicialmente, los desinformados de
siempre, se preguntan si el helicóptero es para trasladarse al country, los
fines de semana. Parece que no entendieron que no existe tal propiedad, a pesar
de las declaraciones de Jacqueline Dutra que lo ubicaba allí. En definitiva,
tenemos un helicóptero, pero no sabemos para qué. Algunos dicen que es porque
se paga caro y la diferencia va a bolsillos municipales. No es nuestro caso,
por ahora. Creemos que es otra de las “desprolijidades” del muchacho, como la
de intentar “expropiar el predio de la ex Fialp, para generar una planta de
transferencia de basura. Mañana lunes, me encontraré con vecinos que protestan
por el predio de Rodríguez, no este, sino el primero, el de las ratas formando
el arbolito de navidad, que había conseguido el comisario Luis D’amico para los
autos de la seccional octava y que luego, terminó usando el municipio para que
sus funcionarios hicieran negocios con volquetes y carritos (no voy a mencionar
quien). Veremos si están de acuerdo con la medida adoptada por el HCD. De
movida ya me indicaron que se comunicaron con el propietario, y este no está
dispuesto a ceder el predio, como es lógico. Un nuevo debate se aproxima y,
como siempre, tiene de protagonista al pueblo, enfrentado al intendente. La
elecciones de 2013, no están tan lejos y el pueblo recuperará la memoria o se
la haremos recuperar a su debido tiempo.
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