El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, dice que repudia la agresión
sufrida por los periodistas de las agencias TELAM y APL Julio Mosle quien junto a otros colegas de los diarios
Tiempo Argentino y Crónica, fueran agredidos, mientras efectuaban su labor frente del Hospital
Claudio Zin en el Partido de Malvinas Argentinas, “Es muy lamentable la brutal
actitud de intolerancia manifestada por ciertas personas que, evidentemente, aún no comprenden que
vivimos en una sociedad democrática en la cual, el derecho a la libertad de
expresión está absolutamente garantizado por el Gobierno y la Constitución
Nacional”. Nosotros compartimos el repudio, pero es
evidente que este personaje no entendió que la violencia anti democrática
también se ejerce cuando un intendente mediocre y sin capacidad, ejerce su
inoperancia, coartando la libertad de expresión de los que no son afines, pero
dicen la verdad, afectando su economía y su trabajo, Una prueba de ello, es su
ausencia en el festejo del “Día del Periodista”, en la Plaza Moreno, donde no
asistió ningún funcionario. Un claro síntoma de su apego a los amigos, en
desmedro de los que dicen la verdad, por miedo a un escrache. Ni Darío defiende
la democracia, ni los periodistas honestos avalan su falta de gestión. Por eso
faltó a la cita. Por eso no envió a su tropa. Por eso se esconde en la “pecera
blindada”. Por eso pierde el favor de todos, aunque la cuenta bancaria diga,
“Toma todo”, como en el juego de la perinola. Los que apuestan a su “amistad”
beben de su “generosa copa”, pero sospechan que pronto, la copa estará vacía.
No necesitamos de su “bendición”. El periodismo se ha alzado después de sujetos
más importantes, y siguió erguida. Lo haremos otra vez. Lo haremos siempre y
su”pingüe negocio”, se verá afectado por la verdad. De no ser así, la patria
nos demandará por la complicidad o la omisión.
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