Los
“indignados” denuncian, a través de facebook, que los espían y que se presta,
para ello, el municipio de Lanús. No saben, o no quieren saber, estos señores,
que las filmaciones, tal como lo denuncian, no son del intendente sino del
pueblo. Y tienen razón. Son del pueblo, y el medio que las publicó pertenece al
pueblo de Lanús y, por lo tanto, tiene acceso a esa toma grabada de una marcha
pública, que yo utilicé, como la tienen ellos que eligen no acercarse, sino para
protestar. A menos que el hecho de mostrarlas por medio de la prensa sea
considerado un acto de espionaje como dicen. Espionaje, para mi, es otra cosa.
Es tergiversar el sentido del acto como cuando intentan hacer aparecer a
funcionarios conspirando cuando, en realidad, se acercan a la gente para dar
respuestas. En este caso puntual, tanto Luis Belvisotti, como La Rosa, Stella
García, Susana Arce y Cía., denuncian que son espiados, olvidando que se
encuentran cometiendo un acto ilícito como lo es, cortar una arteria
provincial. Como legisladores que son, deberían saberlo. Deberían saber,
también, que decir la verdad no se corresponde con difamar. Muy por el
contrario. Contribuye a que entiendan su error y lo enmienden. Deben saber que
su reclamo pertenece al área judicial y a la gobernación, no al municipio. La
Rosa, lo lamento, sufrió un acto terrible donde se puso en juego la integridad
de su familia. Todos repudiamos eso, sin embargo, la reacción de asistir a una
marcha desnaturalizada no le dará las respuestas que busca y que merece. Tiene
la ley para eso, y la justicia. Lamentablemente, muchos usan estas artimañas
para sacar un provecho personal. La política merece más que esto. Merece que se
piensen las acciones y que se actúe con prudencia y con respeto. La marcha no
es la respuesta. Exponer al municipio al ridículo, no es la respuesta. Difamar,
insultar a los funcionarios, lo merezcan o no, no es la respuesta. La
respuesta, como dijeron ellos mismos, está en las urnas. Con propuestas
sensatas y posibles y, sobretodo con ejemplos de civilidad, es como se gana una
elección. Si no entendieron esto, están destinados al fracaso. Lanús es más
importante que Darío y que los posibles candidatos que se le opongan. Se que
será polémico que yo conteste las denuncias, pero es que me endilgan la
propiedad de la nota aparecida en un medio que no es el mío y no puedo
permitirlo. Soy Alberto Calleja. Doy la cara como la di siempre. Sin mentiras y
sin tapujos. Un vil mercenario no ensuciará mi trayectoria y mi buen nombre. Y
que quede algo muy en claro: Nadie me da letra, soy el dueño y responsable de
lo que digo y pienso. Como ha sido siempre. Como lo será cada vez que escriba
mi verdad.
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