09 junio 2013

Darío con el chavo del ocho



Dicen que Darío regaló pen drives a los pocos periodistas que acudieron a la celebración de nuestro día y les convidó un café. Lindo gesto para este hombre respetuoso de las leyes democráticas que alienta la libertad de prensa aún en aquellos que son críticos y un poco “desestabilizadores”. Dicen, los que tienen acceso, que el “díscolo” Macielo cobra del municipio aunque se queja de que lo maltratan. Dicen que los periodistas “generosos” con la política nacional la pasan bien y reciben “dádivas” del gobierno, sea este nacional, provincial o municipal. Dicen tantas cosas que, a veces, es difícil creerles. En mi carácter de contratado municipal, suelo escuchar muchas cosas, pero pocas son creíbles o confiables. Lo que si creo es que este chico, Chavo del ocho, no me representa como periodista. Creo que no es saludable que se lo acerque a los pibes que están generando su propio cerebrito, pero todo es política y en su nombre, no en el de la humanidad, se cometen algunas imprudencias. Llámense “La Cámpora” o de otra manera. La verdad, que es la única realidad, dirá la última palabra.
Darío, que habla en nuestro nombre dijo que,  “Además de pensar en los estudiantes como los futuros protagonistas de los cambios sociales, también quisimos escuchar a alguien que se identifique con el ejercicio del periodismo independiente. Yo creo que el Chavo forma parte de ese círculo de profesionales que están comprometidos en defender la verdad sin mediaciones intencionales”.
Por su parte, Fucks destacó la importancia de la formación académica y las ganas de aprender todos los días en el ejercicio de la prensa. “El primer consejo que se me ocurre darles es que nunca dejen de leer. No importa si les gusta la literatura inglesa o las historietas. Lo que deben saber es que no se puede hablar ni escribir bien si no se adquiere el hábito de la lectura”, remarcó. Comparto totalmente aunque no comparta su cabeza. Lo que significa que, a pesar de las buenas intenciones, yo también puedo equivocarme. Esto, actualmente, se llama “desinformar”. Tome nota.



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