17 agosto 2013

Si las elecciones fueran hoy



Si las elecciones fueran hoy Massa y los que lo representan se quedarían con siete concejales en Lanús y Darío conservaría cinco de los suyos con el aporte invaluable de Omar López.
Russo tendrá que lidiar con el astuto Di Masi que logró colar su lista con el 28 por ciento que recibió de sus votantes y meterá la cola entre Russo, Noelia y Albertito como pide, o quedará detrás de ellos, pero dentro del bloque. Los radicales, después de la desastrosa negociación con la Stolbizer, es muy probable que queden afuera nuevamente del HCD, para que esto no suceda deberán meter, al menos, diez mil votos más. Otro tanto sucede con De Narváez, la Izquierda y el PRO. Falta poco para Octubre y es probable que no haya cambios drásticos. Respecto del 2015 la lectura no es tan sencilla. Díaz Pérez tiene dos años para mejorar su pálida imagen que lo arrastró a realizar la peor elección del conurbano. Dependerá de su buen juicio entender que necesita cambios profundos de nombres y tácticas. Deberá destruir la máquina de impedir que habita en la municipalidad con nombres que espantan y le esmerilan la gestión y comenzar a mostrarse con aquellos que lo critican y se atreven al insulto por el simple hecho de no confrontarlos y explicar lo que se viene en obras y seguridad. El camino no es sencillo, pero habrá que cambiar de discurso, olvidarse de Manolo y de los “gorilas” y consensuar con todos para que la culpa o la victoria sea compartida.
Enfrente estará el senador Pallares con la necesidad de escribir un nuevo logro en la ilustre familia y la vasta experiencia que sumó en la legislatura. Russo, que tiene vuelo propio, seguramente buscará lo mismo y habrá que estar atentos a posibles disputas. Massa, cultor de la escuela Kirchnerista esperará a ver quien queda en pie para decidir.
Quedan dos años de Cristinismo que, sin autocrítica sigue descalificando a la oposición y provocando un desgaste innecesario que produce estos resultados electorales donde se vota lo distinto sin detenerse a pensar si es mejor o peor. Mientras tanto, esta Argentina sigue sin dar muestras de reacción con una inflación que se devora todo y un riesgo país del que ya no se habla, pero que nos aumenta las tasas aunque los préstamos no lleguen.
A Dios, del que ya no estoy seguro que sea argentino, le pediremos por el precio de la soja y el crecimiento de las retenciones, la verdadera matriz productiva que nos permita seguir intentando sobrevivir con algo de dignidad. Si el futuro es Massa o Scioli se debe a la falta de compromiso de muchos. No nos quejemos después si no nos quejamos antes y hacemos algo para cambiar esta realidad.

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