El
comunicado oficial dice que Darío y el Ministro Sileoni, el que dijo que le
parecía bien que los alumnos tomaran un colegio, no para reclamar mejores
condiciones de estudio, sino para quedarse con el bufet y abaratar costos, “Llevaron
a cabo un acto de licitación pública para obras de ampliación y/o
rehabilitación en la
Escuela Secundaria Nª 20 por un monto de $ 2.925.988,77 y en la ESB Nº 59 por la suma de $3.953.680. Los
establecimientos educativos están ubicados en los barrios Santa Teresita y
Monte Chingolo, respectivamente”. Evidentemente, han subido los costos de
edificación, a pesar del 0,8 por ciento de inflación que informa el Indec
porque con 7 millones, antes del comunicado, podríamos haber construido a nuevo
las dos escuelas. Habría que preguntarse ¿En que estado asistían a clase los
chicos, para necesitar semejante inversión? Darío, como es lógico, agradeció la
iniciativa de Cristina de, “Ejecutar políticas para el progreso a pesar del
complicado contexto internacional que estamos viviendo”. El ministro piquetero,
por su parte, ratificó el apoyo de Nación a la gestión municipal, “Es un gusto
estar aquí junto al compañero y amigo Darío Díaz Pérez abriendo paso a la
realización de dos obras de envergadura que ejemplifican el compromiso asumido
por la Presidenta en relación a propiciar condiciones dignas de estudio para
nuestros chicos”, sostuvo. “Desde el 2003 a la fecha, el Ministerio de Planificación
Federal hizo 5500 refacciones y 1300 construcciones nuevas”, apuntó el
funcionario, es decir, sin refaccionarlas cuesta 3 millones, calculemos que
nuevas deben constar cerca de los 10 millones, por lo tanto, 1.300 escuelas
nuevas nos costaron 13 mil millones y refaccionar las 5.500 a 3 millones, nos
saldría la friolera de 16.500 millones, algo así como 30 mil millones
invertidos en educación. Lástima que el 50 por ciento de los pibes no termina
la escuela y el porcentaje sube abismalmente si lo tomamos de escuelas en zonas
marginales porque, como dice Silvana Melo, “Para la pobreza hay escuelas
pobres, con contenidos pobres, paciencia corta y eyección temprana”, en su nota
para Pelota de Trapo. Nada de esto importa, lo realmente importante es seguir
regalando netbooks y refacciones con la plata de los jubilados, ¡Si, en
definitiva, no votan!
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