La política, se sabe, es el arte de lo
imposible, es decir, tratar de convertir en realidad una falacia. Con esa
premisa, el concejal radical, Dr. Emiliano Bursese, no tiene reparos al afirmar
para Info Región, “Díaz Pérez debe tener argumentos de parte de sus asesores
que le dicen que no hay inseguridad´”. También alertó que “decir que en Lanús
la inseguridad es una sensación, es simplificar la cuestión”. En esa línea
agrega que, “desde hace muchísimo tiempo” le viene diciendo al Intendente que
junto a todos los partidos políticos “hay tomar el toro por las astas y ponerse
a trabajar en serio, con objetivos concretos a cumplir en determinados plazos
planificando, la cuestión de la inseguridad”. “No hacer una gestión espasmódica
sobre algún episodio – criticó -, ya que el día a día de la gestión termina
siendo básicamente una rutina que impide una política de seguridad que en Lanús
no existe”.
Como se ve a simple vista, el hombre
muestra buenas intenciones, aunque las basa en una falacia como es la de
pretender que la gente crea que al intendente se le vende “pescado podrido”
desde la Secretaría de Protección Ciudadana, ya que no existen asesores de
seguridad. La realidad es que Darío está al tanto de todo lo que sucede en
Lanús sobre este flagelo que no inventamos los lanusenses. Es más,
personalmente, ha recibido a los familiares de cada víctima y ha dado
directivas para que sean contenidos por profesionales en el aspecto sicológico
y en aquellas necesidades inmediatas que estén al alcance del municipio. Quizás
si el concejal se acercara a esta secretaría podría informarse,
fehacientemente, de los proyectos y trabajos que se realizan diariamente, en
contacto con los vecinos, las instituciones y las cámaras de industria y
comercio, incluso en el ámbito escolar, con sistemas tecnológicos que ayudarán
a paliar (no impedir) la inseguridad, no hablaría tan ligeramente. Debe saber
el edil que la seguridad no es un tema simple, muy por el contrario, al no
depender del municipio, contiene en si mismo, la problemática judicial con sus
fallidos fallos, y a la policía con su historia oscura que es necesario cambiar
porque aún persiste, y esto es reconocido por la propia fuerza. Por eso, antes
de politizar la cuestión y echar culpas donde no existen, estaría bueno que
pusiera en práctica lo que él mismo afirma, y se acerque para aportar lo que
cree saber, aclarándole que nadie tiene una sola respuesta para un tema tan
complejo. Si fuera así, la inseguridad no existiría. Existirían, si, aquellos
que critican, porque demoler siempre fue más fácil que construir.
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