El PRO, representado de Néstor Grindetti, el ministro
de hacienda del gobierno de la Ciudad, quiere hacer pie en
Lanús para cumplir “Un sueño”, el de ser intendente de
la ciudad donde nació este candidato. Para lograrlo, cuenta con dos laderos
como Jorge Schiavone y Susana Arce. Personas honorables que han sabido
granjearse el reconocimiento de sus pares en el HCD local. Sin embargo, hay otros
protagonistas que deslucen todo empeño y, tratan de suplir la falta de capacidad política con acciones dignas del
repudiado jefe policial que trató de introducir Macri en la ciudad autónoma,
Ciro James. Martín Medina, candidato a consejero escolar, de él se trata, no
sabe ejercer la política con armas dignas y debe recurrir a la difamación
sistemática del gobierno local, vía fotos de baches, de inundaciones o con un
tema tan delicado como la seguridad. El mismo Grindetti, dando cuenta de su
capacidad de conducción, accedió a sentarse con el intendente Darío Díaz Pérez,
entendiendo que, solo el consenso puede combatir un flagelo terrible como lo
es, el que causa el dolor de la pérdida de una vida o el de la propiedad. En la
ocasión, a raíz de un piquete generado por el Polo Obrero en reclamo de un pago
postergado por el gobierno provincial, que ocasionó el corte de la avenida
Hipólito Irigoyen, el Secretario de Seguridad, Mariano Amore se acercó hasta el
grupo para conocer el pedido y, en consecuencia, invitarlos a participar de una
reunión con las autoridades específicas que pudiesen solucionar el reclamo.
Cuestión que, finalmente, se logró. Mientras Amore charlaba amigablemente con
los militantes, Medina, escondido, tomaba fotos del grupo y del secretario,
hasta que Amore lo descubrió y lo
autorizó a sacar las imágenes sin necesidad de esconderse en una actitud
vergonzante que no deja bien parados a sus conductores que deben ignorar este
proceder propio de un espía antes que el de un vecino actuando en defensa de
los intereses generales.
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