En estas
Pascuas en que la elección de un nuevo Papa ha hecho que volvamos a hablar de
la pobreza y el amor a los más humildes como un mandamiento esencial, publico
nuevamente este soneto que escribí hace tiempo. Se lo dedico a Francisco I con
la esperanza sincera de que sea realmente el Papa de los pobres, y no de los
poderosos, como correspondería al nombre santo que ha elegido...
Tiempo de
agradecer y no de lamentar, tiempo de pensar menos en nosotros mismos y más en
los que verdaderamente necesitan. Deseando que el amor y la compasión
embellezcan nuestros corazones, nuestros hogares y nuestra amada Patria,
escribí para ustedes y para mí este humilde soneto:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario