Un saldo de trece personas detenidas es el resultado
de los disturbios ocasionados por parientes y amigos del joven Pablo Javier
Santillán (23) quien falleciera en la guardia del Hospital Evita, donde se
encontraba internado luego de recibir un disparo en la pierna, que le interesó
la arteria femoral, por parte de un oficial de policía cuando se resistía al
robo de su vehículo. Santillán fue derivado al nosocomio el domingo a las 8,50
horas de la mañana, y fue intervenido quirúrgicamente aunque, según el informe
médico, sufrió una descompensación, "Tras la cirugía quedó internado con
respiración mecánica artificial. No obstante, esta madrugada sufrió un paro
respiratorio y, si bien los médicos le practicaron las maniobras de
resucitación cardiopulmonar durante 50 minutos, no lograron reanimarlo", precisaron
las fuentes. La situación salió de control cuando asistieron la madre y
familiares y, no conformes con el dictamen médico, habrían ingresado al hospital
causando destrozos y agrediendo a médicos, para finalizar con un enfrentamiento
a piedrazos con la policía cuando estos se hicieron presentes. El Jefe
distrital, Favio Bustamante, recibió una herida en el rostro producto de una
pedrada, lo mismo que el Tte. Andrés Álvarez, con un corte profundo en el cuero
cabelludo, y el Tte. Marcelo Pernargig con lesiones en los dedos de la mano
izquierda. Un Peugeot 206 también sufrió la rotura de los vidrios. Las
autoridades sanitarias aclararon que "no se registró ningún tiroteo con
armas de fuego dentro del hospital" y señalaron que "las personas que provocaron los hechos
violentos revolearon sillas y cestos de basura en una de las salas de espera,
además de romper a pedradas algunos vidrios de la guardia". Un parte informaba que, "La
Dirección Provincial de Hospitales informa que ya se encuentra bajo control la
situación que se vivió esta mañana en el hospital provincial Evita de Lanús,
donde al menos dos hombres provocaron diversos hechos vandálicos que motivaron
a los directivos del establecimiento a dar intervención a la comisaría 1º de
Lanús", se indicó en el comunicado. Por su parte, la madre del joven que
murió negó ante la prensa que su hijo fallecido sea un delincuente, denunció
que la policía le habían armado la causa por la que estaba detenido y justificó
por eso la ira de la familia en el hospital, "La comisaría quinta lo culpó
de un delito que no cometió. De ahí que surgió este disturbio por parte de los
familiares y hermanos. A él me lo mataron acá cuando yo me retiré. ¡Quiero al
fiscal!", gritó la mujer en la puerta del hospital, "Le quieren hacer
pagar algo que no hizo. Todos son una manga de corruptos y mis otros cuatro
hijos ahora están todos detenidos en la comisaría primera de Lanús. Los demás son
amigos y vecinos", dijo en referencia a los 13 detenidos por los
disturbios. La causa fue caratulada como Daños agravados y resistencia a la
autoridad. Intervino la UFI Nº 7 y el Juzgado de garantías Nº 2 de Lomas de
Zamora.
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