Si
uno piensa que la planta municipal supera los seis mil agentes. Si se considera
la enorme cantidad de asesores que rodean al hombre fuerte de Lanús, resulta
insólito que no haya uno que asesore en serio al intendente e impida que salga
al ruedo a contestar inexactitudes vertidas por personajes de cierto prestigio
que ignoran la realidad del distrito y encima, tergiversan lo que escuchan.
Esta mañana en el programa de Mónica y César, un vecino de nombre Jorge salió
al aire para testimonias sobre la grave situación vivida ayer lunes, con el
temporal. Durante su exposición, el vecino afirmó que, como no podía salir
a trabajar se acercó con un gomón de su
propiedad, para ayudar a la gente en estado de emergencia, “Vivo a diez cuadras
de la estación”, admitió, respecto de la falta de cloacas y mantenimiento y se
mostró solidario con otros vecinos que no tenían su suerte. Aquí, aparece Darío
a poner la cara, sin conocer la realidad de la entrevista y dando por cierto lo
que afirmaban César y el comisario Colman. Colman, para desquitar la plata
recibida, aseguró que los vecinos hablaban de la buena gestión, pero se
quejaban por la falta de presencia municipal en la calle. César dijo que Jorge
era bombero y vivía en Chingolo. Nada de eso fue lo que sucedió. Ni Jorge dijo
que era bombero, ni aseguró vivir en Chingolo y si a diez cuadras, provocando
que Darío tuviera que explicar su relación con los bomberos y, por supuesto,
nadie llamó para decir que la gestión es buena porque, hasta el mismo Darío
reconoce la gravedad de la situación por la que atraviesa el distrito. Sería
prudente que el propio intendente tome en cuenta la ineptitud de los que lo
rodean y los desplace por hacerlo hablar con gente que ignora y desvirtúa sus
propias notas. Sería importante que no aclare las obviedades como que los
hospitales son provinciales, porque están en Lanús y son su responsabilidad también.
De no ser así, no instalaría a sus candidatos al frente de ellos. Si es cierto
que quieren proteger al jefe, primero deberían conocer la realidad y asesorar
con capacidad y veracidad, para evitar que Darío deba poner la cara ante
personajes que tocan la realidad de oído. Están para eso, no para pasear por el
municipio y opinar de cualquier cosa.
Lo
único cierto es que se necesita la obra que supera, según un entendido, los mil
millones de pesos y que serviría para evacuar el agua de Chingolo y el
anegamiento de la calle principal de Lanús, la avenida 9 de Julio, que provocó
graves pérdidas económicas y una postal que tardará en irse de nuestras
retinas.
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