29 octubre 2012

La Dinámica y la coherencia



Dicen que la política, como la vida, es dinámica. Es tan dinámica que nos lleva a cometer errores de interpretación si no estamos, debidamente informados, segundo a segundo. Esto es, si alguien dice que tiene su corazón comprometido con el ARI, desconfíe. Puede que, en realidad, haga cuentas, revea actitudes y declaraciones y se pase al bando contrario, pero muy contrario, Lo vivieron Natalia Gradaschi, Vanesa Orbes y Mariano Amore. Con distintas realidades, ellos decidieron que su destino no podía seguir ligado al de la rumbosa Lilita Carrió. Gradaschi selló su cambio con Sabbatella, el ultra Kirchnerista que se cansó de insultar y denunciar al Kirchnerismo. Daniel Gómez, el inversor de la política lanusense, armó un espacio donde brillaban Jesús Cariglino y Martín Redrado, al punto de exhibir al intendente de Malvinas Argentinas como firme candidato a gobernador por el espacio de Duhalde, sin embargo “Carilino” como le dice Danielito, se fue, junto a Redrado, para las filas del PRO. Otro tema es el de Massa, lugar donde acude toda la fauna política para abrevar, por lo menos hasta que Sergio se defina. Si, leyó bien, Massa, en realidad, no ha definido nada aún, pero ya existen armados en la mayoría de los distritos. Eso si, no se puede hablar de candidaturas, ¿Cómo podrían hablar de candidaturas si no existe el principal candidato?, ¿Lo sabrá José Luis Pallares, el senador que calla, pero otorga. Otorga el derecho de expresarse a aquel que lo consulta, sin embargo, no se ha definido aún. Su gente se para con Unidos y Organizados, acude a los actos Massistas, se lleva bien con todo el peronismo, tanto Kirchnerista como disidente y, en la legislatura escucha a Mariotto y a Scioli con la misma dedicación. En algún momento lo acusaban de poner un pie en cada plato. Pallares, lejos de las chicanas, construye a paso firme y espera que aclare, para acampar. Dicen que será el armador de Massa, el no lo niega y tiene un mensaje para los íntimos y otro para el público. Zorro viejo, no gasta energías en una lucha que, por ahora no tiene definición, a pesar de las críticas que lo azuzan para que se defina. De Narváez visitó el Tigre y se fue sin respuestas. Mónica López advirtió que ve con agrado la fórmula Scioli – Massa. En Lanús, Bosio y Di Masi, se hartaron de indefiniciones y salieron al ruedo, anticipándose a todos por aquello de “El que pega primero…, y dejando a Martín Sosa, esperando que el colorado se defina o lo definan. El radicalismo con un rumbo poco claro, asiste a internas que no cambiarán nada porque las definiciones, en cuanto a candidaturas, ya se concretaron y surge un nombre manejable para los veteranos y predecible para los nuevos. Dicen que Díaz Pérez, volverá a jugar, aunque el intendente no diga nada. Leen gestos y señales. Necesitan leerlos para seguir en carrera porque sin Darío, muchos de estos “elegidos” se quedarán en ascuas. Y allí vuelve a insertarse Pallares como un continuador natural del espacio K, aunque se mencione a la Diputada Nazábal o a Julián Álvarez como posibilidades. En lo inmediato sabemos que Álvarez sabe donde queda Chingolo, porque realizó un acto allí con UyO. En definitiva, las próximas legislativas, servirán para despejar el humo electoral y será mucho más fácil diagnosticar el siguiente paso. La mediocridad general muestra a un pasado político lanusense, todavía insertado en la actualidad haciendo valer su experiencia en una política para la que había que estar preparado. Llámese Ibarra, Lozano, Cobas, Massobrio, Vasconcelos, Montenegro, Vacarezza, etc. Por el lado del PRO, la indefinición define la incertidumbre por el candidato. La deserción de Nicolás Russo, debe haber dejado una herida grave, al punto que Grindetti no sabe donde pararse después de cansarse de afirmar que la intendencia era “Su sueño”. Hoy se habla de diputaciones y hasta de concejalías. Un despropósito para el hombre clave de Lanús y del gobierno de Macri. El panorama se oscurece cuando se acude a este Pro Peronismo con personajes como Coassini que sigue asiendo un referente Menemista, y la exigencia de cantar la marchita para creer que todo es lo mismo. En ese sentido, se escucha hablar de la necesidad de contar con “La pata peronista”. Situación que provocó la reacción del concejal Heriberto Deibe de la “Juan Domingo” cuando rompió con el PRO advirtiendo que, “No somos la pata de nadie”. El FAP, con figuras de relieve como Binner, Stolbizer, el tano De Gennaro, Martha Maffei, Lozano y tantos representantes “presentables”, asume su rol de oposición y trabaja seriamente, aunque en los números, todavía no alcanzan un lugar preponderante. En Lanús, gran parte del electorado vota agradecido de la “ayuda oficial” y vive marginado y marginando su futuro. La seguridad de contar con “Justicia Social” les evita cuestionamientos ideológicos, sobre todo hoy que las ideologías brillan por su ausencia y fueron reemplazadas por el “Gran Hermano” que les dice que pensar y como actuar. Con un gobierno Nac y Pop que nos mantiene en el lugar de “Emergentes” aunque ellos piensen, al mejor estilo Menem, que ya estamos a un paso de ingresar al “Primer Mundo”. Nada es claro, y de esta penumbra se alimenta el espectro político que promete aunque sabe que la gente ya no cree y propone aunque todos sepan que será muy poco lo que se cumpla y las obras de hoy, serán las mismas obras del próximo período. La palabra es “perpetuarse” cuando se llegó, y “rosquear” cuando se está en el camino correcto y necesario. Todo lo demás, somos nosotros, el pueblo, el que aplaude y silba con la misma intensidad.

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