La reunión del
Secretario de Protección Ciudadana, Mariano Amore, con los concejales
oficialistas y miembros de Foros, tenía como objetivo, “Acordar medidas de
prevención y lucha contra el delito en las calles”. El secretario se quejó, y
en la misma sintonía, varios concejales, por la ausencia de los ediles opositores,
“Lamentamos que no hayan concurrido
concejales de la oposición ya que habían comprometido su asistencia, porque la
idea era acordar políticas que contribuyan a resolver este flagelo que afecta a
toda la comunidad, como así también informarles sobre lo realizado por la
gestión municipal”, señaló. La realidad es que, en la comisión ampliada de
seguridad se había concertado un pedido de reunión en el ámbito del Concejo
Deliberante y esto no se respetó. Barbagallo y Montero, entre otros, salieron a
los medios a explicar que anta la tragedia, el lugar de reunión no tenía
importancia. El tema que, obviamente, omiten es que, si no se respetan los
acuerdos, ¿Para que sirve la comisión donde el oficialismo hace lo que quiere?
La oposición se reunió, como estaba previsto, en el Concejo. Allí se
presentaron diversos proyectos que serán presentados ante la comisión, si es
que consiguen reunirse todos. Por lo pronto, Bursese, el presidente de la
comisión ya volvió y formó parte de una comisión y citó para otra el martes 2
de Septiembre. Trascendió que, en el centro de monitoreo, “Se analizaron los datos
estadísticos del Ministerio de Seguridad sobre robo de automotores,
planteándose entre otras necesidades, la
de contar con mayor cantidad de agentes y patrulleros, como así también,
de contar con acciones concretas contra lo que se conoce como piratería del
asfalto”. La muerte de Alicia Dubau ocurrida el domingo por la madrugada,
aceleró los tiempos y produjo la conferencia donde el ministro Casal prometió
la presencia del Grupo Halcón, infantería y caballería para reforzar el
distrito. La medida, como siempre, llega tarde, tarde para Alicia, para Juan Bautista,
para el empresario secuestrado, para los cientos de víctimas diarias que
padecen la inseguridad y, al parecer, deben agradecer el no incrementar la
lista de muertos. Darío salió a declarar que se instalarán más cámaras, que se
prestaron los patrulleros que ya estaban blindados (cinco) y otros diez más
esperan ser blindados para ser utilizados por la fuerza. Nada de esto sirve si
no se incorpora personal policial y para eso es necesario un sinceramiento
oficial. Los sueldos para los iniciados son paupérrimos y las condiciones, en
general, son malas, con el personal obligado a comprarse los insumos y a hacer
horas cores para alcanzar un sueldo digno. Casal afirma que en las patrullas
urbanas hay un agente retirado y otro en actividad, ignora que la policía dejó
de enviar a los agentes por la sencilla razón que no les pagan. Con discursos y
mentiras no se solucionará la inseguridad, tampoco con marchas, pero la unión
de los vecinos es una medida saludable y necesaria, para que el poder descubra
al fin quien es el verdadero representante, que no es otro que el que sostiene
el sistema con sus impuestos, el pueblo. El verdadero soberano.
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