La
cita era a la 11,00 horas. Si la idea era ser puntual, el llamado fracasó
rotundamente porque, los pocos periodistas presentes se fueron ya que la
reunión se suspendió por falta de participantes. Solo estaban Secco, Mussi,
Ferraresi y Fassi. Posteriormente, fueron llegando algunos otros, pocos, si
tenemos en cuenta que, en la tercera son quince los intendentes, es decir,
Darío, a pesar del apoyo supuesto que recibe desde Nación, no atrae ni las
moscas. El tema era la seguridad y la idea era, “delinear
políticas comunes con el objetivo de accionar medidas efectivas y preventivas frente al incremento
del delito en toda esta región altamente
poblada de la Provincia
de Buenos Aires”. En otras palabras, Darío llamó para que vean que se preocupa,
ante la inminente marcha multitudinaria que se avecina y que amenaza con
llevárselo puesto, aunque el ministro diga que el tema, “No le incumbe” y él
salga al declarar a los medios pagos (muy bien pagos) que “la ley le impide
ocuparse de esos asuntos”, aunque es evidente que eso no le impide cobrar una
tasa para sostener lo que no le concierne. Paradoja que sirve para que entren
dinerillos que nunca se declaran, según la queja de la oposición que espera,
todavía, una rendición de los fondos recaudados y su destino. Darío, en
sintonía con Casal, a quien criticó por inepto, dice que los hechos
lamentables, “Nos obligan a actuar rápidamente” y en esa línea pide
colaboración para plantearle las necesidades al gobernador de quien dice ahora
que, “sé que tiene una actitud muy positiva respecto a esta iniciativa”.
Milagros de esta política panqueque, que logra que Pereyra, presidente de la
FAM, admita que la seguridad “debe ser una política de estado”, cuando antes
criticaba a Darío por intentar desestabilizar a Scioli, o Insaurralde que
asegura que vino a, “apoyar políticamente a Díaz Pérez porque todos estamos con
la misma preocupación”. Entre los temas que se analizaron en la reunión,
figuraron la reincidencia delictiva y el seguimiento de la conducta de los ex
presidiarios, el funcionamiento del sistema de Justicia y del servicio
penitenciario, como así también, las condiciones de trabajo de la Policía.
Lamentablemente, muchos medios no fuimos invitados, quizás se esperaba esta
deserción y no querían hacerla evidente. Quizás se le olvidó al eficiente
Director de Prensa, Daniel Lancellotti. Quizás consideraron que no era
importante, ¿Cómo saberlo cuando solo se puede escuchar una sola campana?
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