03 octubre 2012

La vida en Villa Porá



Reina es, a no dudarlo, una de las más importantes referentes de Villa Porá, el conjunto de casas que se erigen junto al Parque Industrial de Lanús. La necesidad, dicen que tiene cara de hereje, en este caso, los cientos de habitantes del barrio no pudieron elegir un destino más saludable que este que rodea un predio contaminante y peligroso. Estuvimos allí, hace años, cuando llovían barriles de material nocivo, y volvimos , cada vez que hubo que defender un derecho. Esta vez, nuestra amiga reina nos convoca para mostrarnos la realidad actual de la zona, en coincidencia con el festejo del Día del Niño donde, un grupo de jóvenes artistas y trabajadores sociales, hacían las delicias de los pibes. En medio de tanta algarabía, pudimos ver el otro costado de esta cruda realidad.

Viviendas para pocos

Nos contaba reina que, a raíz del remate del local donde funcionara una fábrica y que se utilizaba como vivienda para cinco familias, los desalojados recurrieron a esta dirigente social en busca de ayuda y contención, y Reina no les falló. Consiguió, no sin discusiones con el municipio, que les otorgaran un sector del predio expropiado (foto), detrás de las torres de Santa Teresita, a pesar de la oposición de Pablito Ragonese, quien pedía listados y con la ayuda de Santiaguito Hernández, el que cuidaba los pibes de Daniel Ledesma y hoy está en la UNLa. Y en esta versión donde todo vale , Reina se quejaba de la toma del predio donde un señor de apellido Aguirre, se adueñó de un terreno y construyó un galpón, a pesar de ser denunciado por vender el Club Bº carne por lo que recibió dos subsidios municipales. En ese sentido, afirman que el comisario de la octava, admitió sentirse como un bolu… porque desalojó el predio y gente del Secretario de seguridad fue y se abrazó con Aguirre y le restituyó el terreno. En otro sentido, Reina se quejaba del estado de la sala Nº 48, satélite de la 1º de Mayo que, en ese momento era utilizada por la gente de Raíz Social para entregar decodificadores, es decir, la gente de la Diputada Karina Nazabal entregaba decodificadores en una sala destruida y sin recursos (foto) y que, ante la presencia de este cronista se negó a que se tomaran fotos del lugar. A esto, nuestro intendente llama democracia. Hay una última foto de los estudiantes que participan en la vida social de Villa Porá y, es necesario difundir su trabajo solidario y silencioso.





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