Reina
es, a no dudarlo, una de las más importantes referentes de Villa Porá, el
conjunto de casas que se erigen junto al Parque Industrial de Lanús. La
necesidad, dicen que tiene cara de hereje, en este caso, los cientos de
habitantes del barrio no pudieron elegir un destino más saludable que este que
rodea un predio contaminante y peligroso. Estuvimos allí, hace años, cuando
llovían barriles de material nocivo, y volvimos , cada vez que hubo que
defender un derecho. Esta vez, nuestra amiga reina nos convoca para mostrarnos
la realidad actual de la zona, en coincidencia con el festejo del Día del Niño
donde, un grupo de jóvenes artistas y trabajadores sociales, hacían las
delicias de los pibes. En medio de tanta algarabía, pudimos ver el otro costado
de esta cruda realidad.
Viviendas para pocos
Nos
contaba reina que, a raíz del remate del local donde funcionara una fábrica y
que se utilizaba como vivienda para cinco familias, los desalojados recurrieron
a esta dirigente social en busca de ayuda y contención, y Reina no les falló.
Consiguió, no sin discusiones con el municipio, que les otorgaran un sector del
predio expropiado (foto), detrás de las torres de Santa Teresita, a pesar de la
oposición de Pablito Ragonese, quien pedía listados y con la ayuda de
Santiaguito Hernández, el que cuidaba los pibes de Daniel Ledesma y hoy está en
la UNLa. Y en esta versión donde todo vale , Reina se quejaba de la toma del
predio donde un señor de apellido Aguirre, se adueñó de un terreno y construyó
un galpón, a pesar de ser denunciado por vender el Club Bº carne por lo que
recibió dos subsidios municipales. En ese sentido, afirman que el comisario de
la octava, admitió sentirse como un bolu… porque desalojó el predio y gente del
Secretario de seguridad fue y se abrazó con Aguirre y le restituyó el terreno.
En otro sentido, Reina se quejaba del estado de la sala Nº 48, satélite de la
1º de Mayo que, en ese momento era utilizada por la gente de Raíz Social para
entregar decodificadores, es decir, la gente de la Diputada Karina Nazabal
entregaba decodificadores en una sala destruida y sin recursos (foto) y que,
ante la presencia de este cronista se negó a que se tomaran fotos del lugar. A
esto, nuestro intendente llama democracia. Hay una última foto de los
estudiantes que participan en la vida social de Villa Porá y, es necesario
difundir su trabajo solidario y silencioso.
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