04 octubre 2012

Todos contra Garré



"Lo que corresponde hacer en un país normal ante semejante desatino es que la ministra de Seguridad renuncie por generar una situación que alteró la vida de los argentinos", afirmó el diputado opositor Francisco de Narváez. Por su parte, el senador radical Ernesto Sanz consideró que la protesta  de la Prefectura Naval y de la Gendarmería Nacional obedece a "una mala praxis del Gobierno" y afirmó que los efectivos "jamás podrían atentar contra la democracia". Otro que se sumó a las críticas, aparte de la propia presidente quien, apunta los cañones hacia Garré y Kicillof,  es el diputado Claudio Lozano quien se negó a firmar el documento impulsado por el presidente de la Cámara, Julián Domínguez y acompañado por referentes de todos los bloques, rechazando la protesta de gendarmes y prefectos, “Catalogar de desestabilizador un reclamo salarial es un disparate”, aseguró para LPO. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, lanzó un breve mensaje por televisión en el que pidió a los gendarmes y prefectos que "vuelvan a sus casas", aunque reconoció la legitimidad de su reclamo y se lamentó porque "sufrieron una década de maltratos" por parte del gobierno nacional. Los efectivos de esa fuerza, por su parte, emitieron una declaración en donde rechazan las acusaciones de “atentar contra la democracia” que hicieron líderes ultrakirchneristas. “Nuestro reclamo es estrictamente salarial y se enmarca en el Artículo 14 de la Constitución”, señalaron. Recordemos que la ministra montonera, Nilda Garré, había anunciado que aceptó las dimisiones de los jefes de la Gendarmería y de Prefectura y nombró en su lugar a Enrique Sach y a Luis Alberto Heiler, respectivamente. "Queda así normalizada la situación en las dos fuerzas", indicó, segura de que todo quedaba allí. En el colmo del disparate la Agrupación Unidos y Organizados, de neto corte Cristinista y  que lidera La Cámpora afirmó en un comunicado que la protesta de gendarmes y prefectos “no es un golpe de Estado”, y hasta se solidarizó con el reclamo. Sin embargo, afirmó que el CEO de Clarín, junto a los caceroleros y hasta los alumnos de Harvard “fogonean un clima de inestabilidad”, el viejo axioma de: “Dos más dos son cinco y la culpa la tiene el otro”. El que dio la sorpresa fue el recién asumido al frente de la CGT, Antonio Caló, quien defendió la protesta de Prefectura y Gendarmería. “Vamos a apoyar el reclamo”, afirmó.



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